Rehabilitación doméstica de pacientes de enfermedades cardiovasculares
Los pacientes a quienes se diagnostican enfermedades cardiovasculares suelen enfrentarse a la perspectiva de tener que someterse a largos años de tratamientos y, también, de cambiar drásticamente su estilo de vida. Posiblemente la parte más complicada del proceso sea la de regreso a casa, donde no es sencillo evitar las costumbres de muchos años. Surge ahora una nueva tecnología basada en sensores a distancia que pronto podría facilitar enormemente la vida de quienes han superado un episodio de alguna dolencia cardiovascular. Las enfermedades cardiovasculares se han convertido en una verdadera plaga para la sociedad. Aparte de que la rehabilitación de los pacientes es compleja, el coste económico es muy elevado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula el coste de estas afecciones en cerca de 196 000 millones de euros al año. Pese a las inversiones públicas realizadas, siguen provocando una mortalidad cuarenta y seis veces mayor, una carga de morbilidad once veces superior, al sida, la tuberculosis y el paludismo juntos. Cada año fallecen en Europa por enfermedades cardiovasculares cuatro millones de personas. Para poder vivir más años y, a la larga, reducir las consecuencias sanitarias y económicas de estas afecciones para la sociedad, los pacientes deben dejar el tabaco, comer más frutas y verduras e incrementar la actividad física. Al mismo tiempo, deben seguir una politerapia farmacológica y controlar regularmente su tensión arterial. Todo ello es factible en un entorno hospitalario, pero resulta mucho más difícil en casa, donde se sigue realizando de forma insuficiente una rehabilitación cardiaca basada en ejercicio físico. El proyecto HEARTWAYS («Advanced solutions for supporting cardiac patients in rehabilitation») surgió del convencimiento de que podría contribuirse a reducir el riesgo de sufrir un nuevo episodio cardiaco agudo si se aplican mediciones del rendimiento de calidad, sistemas de remisión automáticos y la opción (para algunos pacientes) de efectuar en casa una rehabilitación cardiaca con ejercicio físico. El equipo de este proyecto, programado hasta finales de septiembre, está desarrollando sensores ponibles avanzados y algoritmos inteligentes pensados para la rehabilitación de pacientes cardiacos en entornos que no sean centros médicos. Juan Pablo Lázaro Ramos, director de I+D en TSB (España) y coordinador del proyecto, explica de qué manera esta nueva tecnología ayudará a controlar las constantes vitales necesarias con fines de diagnóstico, evaluación del rendimiento en el ejercicio físico y de los progresos logrados, y cómo habilitará un apoyo personalizado a distancia que permita observar a un mayor número de pacientes sin por ello mermar la calidad de la atención. ¿Cuáles son los objetivos principales del proyecto? Juan Pablo Lázaro Ramos: HEARTWAYS pretende desarrollar un sistema basado en tecnología informática modular, avanzada y a distancia para pacientes que padecen enfermedades cardiovasculares y que se disponen a seguir un proceso de rehabilitación fuera de un centro médico; en casa, por ejemplo. Esta tecnología consiste en: camisetas que llevan integrados sensores con los que vigilar la frecuencia cardiaca y respiratoria; dispositivos de medición por electrocardiograma y pulsioximetría; acelerómetros que se sitúan en las extremidades del paciente para medir su rendimiento al realizar ejercicio físico; y algoritmos inteligentes. Registramos datos sobre la actividad física, el estilo de vida, el perfil del paciente y su historial clínico, y con todo ello se realiza una evaluación del riesgo de futuros episodios. Por supuesto, la tecnología va dirigida a los profesionales y su función es facilitarles el seguimiento de los pacientes y la aplicación de sus estrategias de intervención y planes de asistencia clínica, pero sus aplicaciones no se detienen ahí Los pacientes también podrán consultar sus datos personales mediante una aplicación para móvil, de forma que puedan adaptar su estilo de vida y controlar la efectividad de su ejercicio físico allí donde estén. ¿Qué novedades o innovaciones presenta la tecnología que están desarrollando? La tecnología de HEARTWAYS es el primer sistema de seguimiento cardiovascular capaz de predecir el riesgo según datos personalizados. Son innovadores tanto el sistema en su conjunto como cada una de las tecnologías que lo componen. Ya es innovador de por sí el hecho de reunir a todos los interesados y todas las soluciones en torno a un único sistema que será utilizado por los pacientes y por los profesionales. Otras innovaciones destacables son sus guantes especiales, que integran sensores de pulsiometría y de otras clases, y un nuevo programa de conectividad, middleware, de análisis multiparamétrico inteligente, el cual integra en un único marco de comunicación información remitida por varias fuentes. Además, el sistema ofrece la opción de integrar más sensores y sistemas de información, lo cual facilita su integración en los sistemas informáticos de los que ya dispongan los clientes. En resumidas cuentas, HEARTWAYS permitirá a aquellos facultativos que siguen a pacientes cardiovasculares emplear una tecnología, inexistente hasta ahora, para el proceso de rehabilitación a medio y largo plazo. ¿Qué mejoras aportará a la vida de los pacientes? Nuestra tecnología es eficaz, segura y rentable. Acerca a los pacientes cardiovasculares a sus familias, les permite reintegrarse en la sociedad, alivia el estrés que comporta la gestión de su enfermedad y reduce la necesidad de recibir asistencia psicológica. La correspondiente disminución de las hospitalizaciones y de los episodios agudos supone también ahorros económicos notables. ¿Cuáles fueron las principales dificultades encontradas y cómo se resolvieron? Nos enfrentamos a cuatro retos principales, cada uno relativo a las tecnologías desarrolladas. El primer reto consistió en el desarrollo de algoritmos capaces de efectuar evaluaciones personalizadas del riesgo de sufrir episodios cardiacos agudos a corto plazo. Después hubo que encontrar la forma de producir sensores que cumplieran los requisitos de usabilidad y asequibilidad económica, siendo conscientes de que hasta ahora estos han sido los principales impedimentos para esta clase de tecnología. Otra dificultad estribó en lograr que nuestra aplicación para móvil resultara accesible para todos los pacientes, que fuera intuitiva y que pudiera integrarse en los procesos cotidianos de los pacientes. Por último, pero no por ello menos importante, teníamos que introducir nuestra tecnología en un mercado que, tradicionalmente, es reacio a aceptar prescripciones tecnológicas por la falta de pruebas. HEARTWAYS recabará sus propias pruebas a través de un estudio clínico en el que se medirán los ahorros económicos y también las mejoras en el estado clínico de los pacientes que utilicen el sistema. ¿Qué etapas restan del proyecto? ¿Y al término del mismo? Pronto iniciaremos los ensayos clínicos con treinta usuarios en dos hospitales de Valencia (España) con vistas a validar los protocolos clínicos en los que se sustenta el proceso de asistencia. Tendremos que validar el sistema al completo en varios países (Croacia, Italia y Portugal) con respecto a su usabilidad, aceptabilidad y expectativas desde el punto de vista del usuario y también del mercado. Después habrá que elaborar un plan de explotación del producto en el mercado público (la sanidad pública) y en el privado (clínicas y centros de rehabilitación y otros proveedores de asistencia sanitaria mediante seguro privado). ¿Cuándo calcula que la tecnología estará al alcance de los pacientes? Los ensayos clínicos comenzarán en julio de 2014 y se prolongarán hasta abril de 2015. Si son positivos los indicadores referentes a ahorros económicos y mejoras en el riesgo, incluyendo los casos de recaída, se prolongarán los ensayos en los hospitales en los que ya se utiliza la tecnología. Debería estar a disposición de clientes y pacientes para finales de 2015 o principios de 2016, especialmente en el sector público. Este año empezamos los estudios de mercado. Es posible que en el último trimestre del año empiecen ya a usar el sistema algunos clientes privados, cuando finalice el proceso de certificación del dispositivo médico. Si llega a buen puerto, ¿qué beneficios económicos podría generar HEARTWAYS para la sociedad? Está demostrado que la rehabilitación cardiaca basada en ejercicio físico es beneficiosa para los pacientes. De hecho, puede reducir en un 25 % la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en un plazo de tres años, mejorar los factores psicológicos y la calidad de vida, generar incentivos para seguir un estilo de vida saludable y disminuir la probabilidad de que se repitan episodios cardiacos y el ingreso en centros médicos.
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