Una receta para proteger el patrimonio gastronómico europeo
Quien quiera dar con una receta de, por ejemplo, un plato tradicional griego y conocer su información nutricional está de suerte gracias al proyecto financiado por la Unión Europea EUROFIR («European food information resource network»). Esta iniciativa ha creado una fuente de datos fidedignos sobre la composición de los alimentos que proporciona información estandarizada generada por y dirigida a dietistas, investigadores, estudiantes, empresas y organismos normativos. En 2013, tras finalizar la acción de coordinación y apoyo EUROFIR NEXUS, se creó la organización sin ánimo de lucro EUROFIR AISBL con el fin de dar continuidad a la labor de desarrollo de la base de datos del proyecto y distribuir información sobre la composición nutricional de distintos alimentos entre PYME, profesionales de la salud e investigadores. La red de excelencia original, en la que participaron ciento diez investigadores y cincuenta estudiantes de postgrado de veintiún países europeos, se propuso desarrollar y aprovechar recursos fiables y accesibles con información sobre alimentos. Esta labor se consideró fundamental para proporcionar el apoyo y las herramientas necesarias que den lugar a nuevos hitos en la investigación en torno a la salud y los alimentos en Europa. EUROFIR incluyó alimentos tradicionales y regionales, y más concretamente información sobre la preparación de platos estrechamente ligados a países o regiones. Las recetas y los métodos de cocina se suelen transmitir de generación en generación por vía oral, por lo que dichos platos forman parte sin duda de la identidad cultural de cada lugar. Sin embargo, muchas recetas y métodos culinarios en Europa podrían desaparecer en parte debido a cambios en los hábitos y los estilos de vida modernos. Resulta por tanto importante documentar estos platos típicos, ya que entablan una relación directa con el patrimonio cultural. Un grupo de trabajo de EUROFIR recopiló información sobre platos tradicionales de trece países europeos, a saber, Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Alemania, Grecia, Islandia, Italia, Lituania, Polonia, Portugal, España y Turquía. En el informe final del proyecto se incluyó información de todos esos países y sobre su historia gastronómica. Otro gran objetivo del proyecto consistió en estudiar si los platos tradicionales eran más saludables que los modernos. El equipo al cargo descubrió que, por norma general, los tradicionales suelen emplear productos locales pero no siempre ofrecen un beneficio para la salud frente a los modernos, pues su influencia en la dieta depende de su composición nutricional. Así, se documentaron más de sesenta recetas que se publicaron en Internet en forma de tarjetas redactadas en dos idiomas, uno el inglés y otro el idioma del país de origen del plato. Así mismo, se incluyó información sobre el contenido de proteínas, energía, grasas, carbohidratos, azucares, sodio y fibra dietética para orientar a sus usuarios sobre cómo afectará la comida que están preparando a su ingesta diaria de energía y nutrientes. Además de este recurso, el equipo del proyecto creó la Asociación EUROFIR, compuesta por cuarenta y dos de los socios originales del proyecto. El objetivo principal de EUROFIR AISBL pasa por continuar su labor de apoyo y fomento del desarrollo, la gestión, la publicación y la utilización de datos de composición alimentaria a través de actividades de cooperación y armonización internacional. EUROFIR contó con cerca de 12 millones de euros de financiación europea y finalizó en junio de 2010.Para más información, consulte: EUROFIR http://www.eurofir.org/ Ficha informativa del proyecto
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Bélgica