Una estrategia para mejorar la salud de los adolescentes
Existen numerosas enfermedades y trastornos que aparecen a mediana edad pero cuyo origen, en muchos casos, se remonta a la infancia y la adolescencia, como por ejemplo la anorexia, el asma, las cataratas, la diabetes y la obesidad. De los indicios científicos disponibles se desprende que, si los adolescentes siguieran estilos de vida más saludables, disfrutarían de una calidad de vida muy superior al llegar a la edad adulta. Los artífices del proyecto financiado con fondos europeos HELENA («Healthy lifestyle in Europe by nutrition in adolescence») se propusieron llegar a la raíz de esta problemática y, para ello, indagaron en los hábitos nutricionales y en la actitud frente a los alimentos de los adultos jóvenes de todo el continente. El equipo responsable determinó asimismo los componentes necesarios de una estrategia para promover hábitos de alimentación saludables entre los adolescentes y articuló nuevas recomendaciones para alcanzar este sano propósito. La adolescencia constituye una etapa importante por cuanto concierne a las elecciones relacionadas con el estilo de vida. Hasta poco antes de este periodo vital, son los padres quienes deciden casi siempre lo que consumen los menores. Es entonces cuando los jóvenes empiezan a recibir una paga y a frecuentar los comedores escolares. Y los malos hábitos son difíciles de cambiar; de hecho, en torno al ochenta por ciento de los obesos en la adolescencia lo siguen siendo en edad adulta. Valiéndose de instrumentos informáticos avanzados de evaluación nutricional, los investigadores determinaron similitudes y diferencias entre los alimentos escogidos y los patrones de comidas de tres mil jóvenes encuestados, registrando además escollos, creencias erróneas y otros problemas extendidos. Como probablemente era de esperar, en todos los países estudiados se encontró como problema destacado el consumo de tentempiés entre horas. También se anotaron opiniones generalizadas como por ejemplo que «la comida saludable tiene mal sabor» o que «la comida saludable no te sacia». También se hizo un análisis pormenorizado en una decena de países sobre la ingesta de alimentos, actitudes frente a la comida, composición corporal, niveles de vitaminas, metabolismo, prevalencia de la obesidad, resistencia a la insulina, aptitud física y preferencias alimentarias. A continuación, el equipo de HELENA estudió la dotación genética de los individuos, las interacciones entre genes y nutrientes y las interacciones entre genes y entorno. Los responsables del proyecto atendieron a las preferencias de los consumidores y desarrollaron productos alimentarios nuevos, como por ejemplo una hamburguesa baja en grasas -atractiva para los adolescentes- con características nutricionales beneficiosas. En conjunto, el grupo objetivo valoró positivamente estos nuevos alimentos, lo cual resultó esclarecedor de cara a mejorar la dieta de los menores entre doce y dieciocho años. El equipo responsable probó asimismo en los adolescentes una serie de dietas alternativas saludables. Con una se obtuvo una disminución significativa del apetito y un aumento de la sensación de saciedad. Dos innovadoras herramientas web desarrolladas en el seno del proyecto (el «food-o-meter», o «alimentómetro», y el «activ-o-meter», o «activómetro») han suscitado el interés de centros escolares, servicios sanitarios, hospitales, organizaciones no gubernamentales (ONG), supermercados y asociaciones deportivas. Estos instrumentos ofrecen un asesoramiento personalizado sobre hábitos alimentarios y actividad física para usuarios adolescentes. En suma, el proyecto ha proporcionado un conjunto de herramientas y datos útiles que podrán ser aprovechados por cualquier entidad del sector de la salud. Además ha facilitado el primer estudio multinacional sobre las actitudes de los adolescentes europeos frente a los alimentos y la salud. HELENA, desarrollado entre 2005 y 2008, corrió a cargo de un equipo paneuropeo de científicos procedentes de Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, España, Suecia y Reino Unido. Contó con una financiación de la UE próxima a 5 millones de euros y fue coordinado por la Universidad de Zaragoza.Para más información, consulte: HELENA http://www.helenastudy.com Ficha informativa del proyecto
Países
Austria, Bélgica, Alemania, Grecia, España, Francia, Hungría, Italia, Suecia, Reino Unido