Nuevas herramientas contra el hongo de la acronecrosis del fresno
La destrucción de árboles a causa del hongo de la acronecrosis del fresno es un problema cada vez mayor para la comunidad científica, sobre todo si se tiene en cuenta su rápida propagación por toda Europa desde la década de los noventa. El hongo, originario de Japón, apareció por vez primera en Lituania y Polonia hace ya dos décadas y avanzó velozmente por el continente hasta el punto de que sólo en el Reino Unido ya se han confirmado trescientos casos. Recientemente finalizó el proyecto financiado con fondos europeos Q-DETECT («Developing quarantine pest detection methods for use by national plant protection organizations [NPPO] and inspection services»), que tras tres años de trabajo ha logrado distintos métodos para detectar plagas vegetales y controlarlas durante su periodo de cuarentena. Q-DETECT recibió 3 millones de euros de financiación en virtud del programa europeo «Alimentos, agricultura y pesca, y biotecnología» (KBBE) de la Unión Europea. Su objetivo principal fue aumentar la protección biológica contra las plagas invasivas a través de un método basado en una máquina portátil de análisis de ácido desoxirribonucleico (ADN) capaz de diagnosticar la acronecrosis del fresno en treinta minutos. Hasta ahora esta labor precisaba de varios días, ya que era necesario esperar a los resultados de los análisis realizados en el laboratorio. Las herramientas creadas por el consorcio de Q-DETECT permiten ya detectar plagas durante la cuarentena que se practica en infraestructuras como los puertos y los aeropuertos. El equipo al cargo ideó a su vez dispositivos capaces de «escuchar» a las larvas de distintas plagas al horadar la madera, un sistema de detección por imagen satelital para identificar bosques infestados y una «nariz» electrónica capaz de señalar las patatas infectadas en un almacén. El Dr. Neil Boonham de la Agencia de Investigación Alimentaria y Medioambiental del Reino Unido, colaborador del proyecto, hizo referencia a los resultados positivos de «emplear métodos acústicos y vibrométricos capaces de detectar larvas de insectos xilófagos. Uno de los resultados fundamentales consistió en el desarrollo de un programa informático capaz de distinguir entre los sonidos que generan los escarabajos xilófagos y los que proceden del entorno». No obstante, «el sistema debe validarse, para lo cual se están distribuyendo dispositivos de grabación entre usuarios finales. De este modo se invita a que contribuyan a formar una biblioteca de sonidos analizados que permita validar el programa. El objetivo último es ofrecer los resultados como servicio o mediante otro formato para que los usuarios finales tengan acceso a los datos». «La detección olfativa de las sustancias volátiles olorosas que generan las plagas sometidas a cuarentena fue una de las técnicas más complicadas, pero se lograron grandes avances en la identificación de compuestos de plagas específicas y en el empleo de la nariz electrónica para detectar una amplia gama de patógenos bacterianos», añadió. En la actualidad los participantes en el consorcio y otros socios están llevando a cabo labores destinadas a recabar financiación que permita dar con aplicaciones específicas para la detección de sustancias volátiles. Además el «Servicio de Inspección del Reino Unido» seguirá perfeccionando y probando el sistema de teledetección por imagen.Para más información, consulte: Q-DETECT: http://www.qdetect.org
Países
Suiza, Reino Unido
