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La cubierta de hielo cristalino del planeta enano Haumea

Nuevos datos obtenidos gracias al Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (Chile) indican que el quinto planeta enano del Sistema Solar, Haumea, está cubierto de agua helada cristalizada que lo convierte en un objeto muy brillante en la oscuridad del espaci...

Nuevos datos obtenidos gracias al Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (Chile) indican que el quinto planeta enano del Sistema Solar, Haumea, está cubierto de agua helada cristalizada que lo convierte en un objeto muy brillante en la oscuridad del espacio. Haumea fue descubierto en 2005 y es un planeta pequeño y misterioso con una órbita más allá de la de Neptuno. Su forma es la de un balón oblongo de unos 2 000 km de longitud. Completa un giro sobre su eje en menos de cuatro horas, por lo que posee una de las velocidades de rotación más elevadas del Sistema Solar. Haumea es uno de los cinco planetas enanos del Sistema Solar, entre ellos Plutón, y su nombre se debe a la diosa de la fertilidad y el nacimiento de la mitología hawaiana. Un equipo internacional de científicos de Chile, Francia y España estudiaron el planeta enano y confirmaron que el 75 % de Haumea y el 100 % de Hi'iaka, uno de los satélites de Haumea de unos 400km de diámetro, está cubierto de agua helada cristalizada (con una estructura ordenada) y no, como cabría esperar, de hielo amorfo sin una estructura organizada debido a la incidencia de radiación solar. Los resultados, publicados en la revista Astronomy and Astrophysics, sugieren que el planeta está compuesto de una capa exterior congelada y una sección interna compuesta por entre un 88 % y un 97 % de roca. «Puesto que la radiación solar destruye de forma constante la estructura cristalina del hielo superficial, es necesario que existan otras fuentes que la mantengan organizada. Las dos que hemos contemplado son capaces de generar elementos radiogénicos (potasio 40, torio 232 y uranio 238) desde el interior y las fuerzas de marea entre Haumea y sus satélites (como las que se producen entre la Tierra y la Luna)», explicó Benoit Carry, coautor del estudio e investigador del Centro ESAC de la Agencia Espacial Europea en Madrid (España). Benoit Carry también destaca otras peculiaridades de Haumea: «Su plano orbital está inclinado 28 grados respecto al habitual de los planetas del Sistema Solar, las órbitas de sus satélites tampoco están en el mismo plano -lo que es muy poco frecuente-, y todo el sistema pertenece a una familia única dentro de los objetos helados del Cinturón de Kuiper (a una distancia de entre 4 500 y más de 15 000 millones de kilómetros del Sol).» Según los científicos, el impacto de otro objeto sobre Haumea pudo originar los dos satélites además de conferirle la forma de balón de rugby. Benoit Carry también explicó que las observaciones del instrumento SINFONI («Espectrógrafo para las observaciones de campo integral en el infrarrojo cercano») del VLT fueron claves para el estudio: «SINFONI es un espectrómetro de campo integral que permite obtener "cubos de datos" en los que dos dimensiones son espaciales (como las de cualquier imagen plana) y una tercera es espectral, lo que significa que cada capa del cubo es una imagen tomada con un tamaño de onda diferente.» Todavía no se conocen con exactitud las órbitas y tamaños del planeta enano ni de sus satélites. En realidad se trata de puntos brillantes muy alejados cuyos datos se obtienen de forma indirecta. En el caso del pequeño Namaka (de unos 200 km de diámetro), la señal en el momento de la observación era tan débil que no se logró obtener información sobre su superficie, aunque sí nuevos datos sobre su órbita. También se están mejorando los modelos sobre las fuerzas mareales en este sistema tan peculiar. Otro de los misterios de Haumea es la presencia de una mancha oscura y rojiza que contrasta con el color blanquecino del planeta. «Mi interpretación de la fotometría de infrarrojos es que esa zona podría ser más rica en agua helada cristalina que el resto de la superficie», comentó Pedro Lacerda, codescubridor de la mancha y astrónomo en la Universidad de Queen's en Belfast (Reino Unido).Para más información, consulte: Observatorio Europeo Austral (ESO): http://www.eso.org/public/

Países

Chile, España, Francia

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