Un equipo de científicos aclara la naturaleza de las dificultades de memoria sufridas en la demencia
Un equipo internacional de científicos ha descubierto que la confusión mental de los pacientes con demencia se debe no tanto a la pérdida de memoria como a la condición incompleta de sus recuerdos. Publicado en la revista Science, el estudio ofrece indicios nuevos sobre cómo se altera la capacidad del cerebro para retener recuerdos completos y detallados, por lo que podría echar por tierra las teorías que indican que el olvido de acontecimientos u objetos del pasado es la causa de los problemas de memoria. Según los científicos, los recuerdos restantes fragmentados confunden a los pacientes, lo que hace que sea más probable que recuerden erróneamente información a la que nunca estuvieron expuestos. Dirigidos por la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, los investigadores usaron un modelo animal de la amnesia muy utilizado para determinar el deterioro de la memoria. Diversos estudios anteriores sobre la memoria concluyeron que los animales amnésicos no podían distinguir entre objetos nuevos y objetos conocidos. Sin embargo, dichos estudios no lograron demostrar si el animal era incapaz de diferenciar los objetos porque veía los ya conocidos como si fueran nuevos (habiendo olvidado algo que había ocurrido) o porque creía que el objeto nuevo ya lo conocía (falsa memoria). En el trabajo referido, los sujetos fueron expuestos a un objeto de estudio, seguido de una fase de ensayo en la que se volvió a mostrar dicho objeto junto con un otro objeto nuevo y perceptualmente distinto. Los sujetos tenían que distinguir entre los objetos nuevos y los repetidos. Esto permitió a los investigadores evaluar por separado las respuestas ante los objetos nuevos y los ya conocidos. Los animales contemplaban un objeto y una hora después eran sometidos a una prueba de memoria en la que se les mostraba el mismo objeto u otro nuevo. Los animales sin deficiencias dedicaban más tiempo a explorar el objeto nuevo, lo que indica que recordaban el antiguo. Los animales amnésicos rindieron peor en la prueba. Dedicaban el mismo tiempo a explorar objetos nuevos y antiguos. Los investigadores también observaron que estos animales dedicaban menos tiempo a explorar el objeto nuevo en comparación con los animales sin deficiencias. Los animales amnésicos tenían recuerdos falsos del objeto nuevo. El equipo evaluó si el rendimiento en la prueba de memoria podía mejorar si no había otros recuerdos que confundieran al cerebro. Se colocó a los animales en un lugar oscuro y tranquilo antes de ser sometidos a la prueba. Los investigadores observaron que mientras que los animales amnésicos que no habían mostrado recuerdos habiendo pasado el tiempo previo a la prueba en condiciones normales y de ocupación, mostraron una memoria perfecta al pasar el tiempo previo a la prueba en un lugar oscuro y tranquilo. «Este estudio sugiere que una parte importante de los problemas de memoria puede ser realmente confusión entre recuerdos más que una pérdida de memoria per se», afirmó la Dra. Lisa Saksida del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Cambridge, coautora del estudio. «Esto coincide con los registros de distorsiones de la memoria en casos de demencia. Por ejemplo, los pacientes pueden no apagar el horno o no tomar su medicación no porque hayan olvidado hacer estas cosas, sino porque piensan que ya lo han hecho», añadió. «Algo que nos pareció muy sorprendente de nuestros resultados fue el grado de recuperación de la memoria, logrado sencillamente reduciendo la información entrante antes de la prueba de memoria», señaló. «Este resultado no sólo confunde nuestras expectativas, sino que también nos permite entender con más claridad la posible naturaleza del deterioro de la memoria que subyace a la amnesia y a determinados tipos de demencia, lo cual es muy importante de cara a desarrollar tratamientos más sofisticados y eficaces.» Los autores creen que sus resultados podrían dar lugar a nuevos tratamientos capaces de moderar la confusión entre recuerdos, concretamente fármacos que mejoren las representaciones detalladas y complejas necesarias para separar recuerdos. «Mucho más interesante sería poder desarrollar tratamientos que puedan detener la enfermedad en sus primeras etapas, más que tratamientos que aborden los síntomas una vez que se ha desarrollado la demencia», afirmó la Dra. Saksida. «Una detección precoz del deterioro de la memoria es crítica para el desarrollo de estos tratamientos, y entender mejor la naturaleza de dicho deterioro, como hemos observado en este trabajo, es vital para esta detección precoz.» En este estudio han participado investigadores del Instituto Wellcome Trust de Neurociencias Clínicas y del Comportamiento, la Universidad de California - San Diego (Estados Unidos) y la Universidad de Guelph (Canadá).
Países
Canadá, Reino Unido, Estados Unidos