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Asocian el uso de analgésicos durante el embarazo a problemas reproductivos masculinos

Según sugiere una nueva investigación financiada con fondos comunitarios, el uso de ciertos analgésicos leves durante el embarazo podría aumentar el riesgo de criptorquidia (testículos no descendidos) en niños. Este hallazgo explicaría la cada vez mayor prevalencia de la cript...

Según sugiere una nueva investigación financiada con fondos comunitarios, el uso de ciertos analgésicos leves durante el embarazo podría aumentar el riesgo de criptorquidia (testículos no descendidos) en niños. Este hallazgo explicaría la cada vez mayor prevalencia de la criptorquidia, el mayor factor de riesgo de una baja calidad del semen y de cáncer testicular en edad adulta. En la edición digital de la revista Human Reproduction se ha publicado un artículo al respecto. Este trabajo contó con el apoyo de los proyectos comunitarios DEER («Efectos del entorno en el desarrollo y la salud reproductiva») y CONTAMED («Mezclas de contaminantes y salud reproductiva humana: estrategias novedosas de evaluación de riesgos e impactos sanitarios de los disruptores endocrinos»), a cada uno de los cuales se adjudicaron 3,5 millones de euros por medio del tema de Medio ambiente del Séptimo Programa Marco (7PM). La prevalencia de la criptorquidia está en alza. En Dinamarca, por ejemplo, en el período 1959-1961 solo la padecían el 1,8% de los recién nacidos, mientras que en el periodo 1997-2001 el porcentaje fue del 8,5%. Estudios realizados en ratas sugieren que la criptorquidia puede deberse a la falta de hormonas sexuales masculinas durante un período determinado de la gestación. Esta deficiencia se atribuye a los llamados disruptores endocrinos, moléculas que perjudican o impiden la acción de hormonas. No obstante, no es sencillo detectar estos disruptores endocrinos. Algunos estudios señalan que ciertos analgésicos comunes, concretamente la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno, podrían menguar la producción de testosterona y, de este modo, actuar como disruptores endocrinos. En el estudio referido, los científicos indagaron en la influencia de analgésicos leves en trastornos reproductivos masculinos en seres humanos y ratas. En la parte del estudio dedicada a los seres humanos, los investigadores hicieron una encuesta entre 2.000 embarazadas de Dinamarca y Finlandia acerca de los medicamentos empleados durante la gestación. Al nacer, los bebés varones fueron examinados por pediatras, quienes buscaron signos de criptorquidia y clasificaron los casos hallados en función de su gravedad. Los resultados no dejaron lugar a dudas; las mujeres que habían utilizado más de un tipo de analgésico al mismo tiempo presentaban siete veces más probabilidades de alumbrar a bebés varones con alguna forma de criptorquidia que las mujeres que no habían tomado ninguna analgésico. El segundo trimestre de embarazo parece ser especialmente delicado a este respecto, ya que la ingesta de cualquier analgésico en este periodo multiplicaba por más de dos el riesgo de criptorquidia, y por dieciséis si durante el mismo periodo se ingería más de un tipo de analgésico. Los estudios en ratas confirmaron que, efectivamente, los analgésicos alteran la producción de andrógenos, lo que supone una carencia de testosterona durante la etapa de la gestación en la que se forman los órganos sexuales masculinos. Los autores afirman que los analgésicos leves redujeron a la mitad la concentración de testosterona en los testículos de los embriones de ratas. Estos hallazgos poseen relevancia habida cuenta de que en Europa y Estados Unidos cerca de la mitad de las embarazadas admite tomar analgésicos leves, principalmente paracetamol. «Si la exposición a disruptores endocrinos es el motivo de la creciente incidencia de problemas reproductivos entre los jóvenes de los países occidentales, esta investigación sugiere que hay que ser especialmente cauto con el uso de los analgésicos leves durante el embarazo, ya que ésta podría ser una de las principales causas», señaló el Dr. Henrik Leffers del Rigshospitalet de Copenhague (Dinamarca), quien dirigió la investigación. «Una sola pastilla de paracetamol de 500 mg posee más potencia de disrupción endocrina que la exposición combinada durante la gestación a los 10 disruptores endocrinos del entorno más comunes que se conocen», indicó el Dr. Leffers. «De hecho, en la mayoría de mujeres, el efecto de ingerir una sola pastilla por lo menos dobla la exposición a los disruptores endocrinos conocidos durante el embarazo, y esa dosis se concentra en un único día, no se reparte a lo largo de nueve meses, como ocurre con los disruptores endocrinos del entorno. Por consiguiente, el uso de analgésicos leves en embarazadas constituye, con diferencia, la exposición más grave a disruptores endocrinos.» El equipo reconoce la necesidad de ahondar en esta cuestión. Por su parte, continuarán el seguimiento a los niños incluidos en el estudio, que en la actualidad se encuentran al principio de la pubertad. Con respecto a si las embarazadas deberían tomar analgésicos o no, el Dr. Leffers declaró: «Como biólogos no nos corresponde aconsejar a las mujeres acerca de esta cuestión. Es preferible que las embarazadas consulten a su médico antes de tomar analgésicos leves y que se atengan a la recomendación general de tomar la menor cantidad de medicinas que puedan durante la gestación.»

Países

Dinamarca, Finlandia, Francia

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