Diamantes nanométricos demuestran el impacto de un cometa hace 13.000 años
Un equipo científico internacional ha publicado en la revista Journal of Glaciology el descubrimiento de diamantes nanométricos en el manto de hielo de Groenlandia. Estos diamantes, de los cuales han encontrado billones de un tamaño tan diminuto que sólo pueden observarse mediante microscopios especiales de gran aumento, avalan la disputada hipótesis que mantiene que Norteamérica y Europa recibieron el impacto de fragmentos de cometa hace unos 12.900 años. «Hay una capa en el hielo con una gran abundancia de diamantes», indicó el coautor del artículo, James Kennett, profesor emérito en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de California (UC) en Santa Bárbara (Estados Unidos). «Lo más emocionante para nosotros es que es la primera capa diferenciada de diamantes de este tipo que se ha encontrado en el hielo glacial en la Tierra, incluyendo las enormes capas de hielo polar y los glaciares alpinos», añadió el científico, considerado por buena parte de sus colegas como pionero de la geología marina y la paleoceanografía. Este descubrimiento se suma a otros publicados con anterioridad que sugieren un impacto cósmico hace unos 13.000 años, explicó el profesor Kennett. El año pasado, este científico ya informó en dos artículos publicados en las revistas Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y Science del descubrimiento de diamantes nanométricos en una capa de sedimento expuesta en la Isla de Santa Rosa, cerca de la costa de Santa Bárbara, en California. Una buena parte de los diamantes nanométricos del manto de hielo de Groenlandia presentan una estructura mineral hexagonal que sólo se ha encontrado en la Tierra por el efecto de impactos cósmicos, aclaró. Esta capa de diamantes se corresponde con la capa sedimentaria denominada capa de sedimentos limítrofe del Dryas Reciente, datada en unos 12.900 años. El profesor Kennett explicó que la capa que contenía nanodiamantes en la Isla de Santa Rosa y la del manto de hielo de Groenlandia parecen tener una correspondencia cronológica cercana a la desaparición de la cultura Clovis, la que se acepta como la primera cultura humana establecida en toda Norteamérica. Este fenómeno se corresponde también con la extinción de numerosos animales de gran tamaño de la región, como el mamut, el camello, el caballo y el tigre dientes de sable. Además, según el profesor Kennett, existen indicios de incendios forestales en la época y también de un enfriamiento pronunciado y generalizado denominado Dryas Reciente en el hemisferio norte. La causa de este enfriamiento, de la extinción de animales y del cambio cultural humano lleva bastante tiempo sobre la mesa de debate. El profesor Kennett indicó que estos descubrimientos suponen tan sólo un «estudio preliminar» y que, a pesar de que el descubrimiento de un posible repunte postglacial de nanodiamantes en el manto de hielo de Groenlandia es «emocionante», reconoció que han surgido varias cuestiones que aún precisan respuesta. Admitió que la razón de publicar ahora esta investigación es la de «estimular la investigación y el debate» y sugirió que, por ejemplo, se realicen nuevos estudios con distintos tipos de muestras. «En este estudio se utilizaron muestras de hielo de Groenlandia obtenidas con una resolución relativamente baja, y para ajustar los resultados presentados aquí es necesario realizar muestreos con mayor resolución», indican los autores en su artículo. También deberían explorarse otros ámbitos, como una datación más precisa, mediciones más detalladas de series temporales geoquímicas que incluyan los elementos osmio e iridio y el empleo de procedimientos mejorados de extracción de diamantes «para reducir el carbono amorfo resistente al ácido» que «limita en la actualidad los procedimientos analíticos disponibles». También indican que habrá que realizar análisis más amplios de alótropos de diamante mediante, por ejemplo, espectroscopía de Raman, una técnica utilizada para estudiar frecuencias vibratorias y rotatorias y otros modos de onda de baja frecuencia. En el estudio, dirigido por la Universidad de Maine (Estados Unidos), participaron científicos de Dinamarca, Japón y Estados Unidos.
Países
Dinamarca, Japón, Estados Unidos