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A mayor nivel de estudios, menor riesgo de demencia

Investigadores de Finlandia y Reino Unido han establecido que quienes prolongan sus estudios académicos presentan un riesgo menor de sufrir demencia en el futuro. Los resultados, sobre los que se ha publicado un artículo en la revista Brain, se han obtenido gracias a la colabo...

Investigadores de Finlandia y Reino Unido han establecido que quienes prolongan sus estudios académicos presentan un riesgo menor de sufrir demencia en el futuro. Los resultados, sobre los que se ha publicado un artículo en la revista Brain, se han obtenido gracias a la colaboración ECLIPSE («Estudios clinicopatológicos epidemiológicos en Europa»), apoyada en parte por una beca Marie Curie para beneficiarios de terceros países. Diversos estudios anteriores habían mostrado que dedicar más tiempo a cursar estudios académicos, hecho relacionado con un estatus socioeconómico más elevado y un estilo de vida más saludable, también reduce el riesgo de padecer demencia. No obstante, no se había aclarado por completo si dicho beneficio se debe a que la educación protege al cerebro contra patologías relacionadas con la demencia o a que aporta a las personas las «reservas mentales» necesarias para sobrellevar los cambios neurológicos típicos del desarrollo de demencias. Para dirimir esta y otras cuestiones de notable importancia, los investigadores de ECLIPSE analizaron datos de una cohorte de 872 personas participantes en tres estudios a gran escala sobre el envejecimiento y la demencia. Uno de ellos pertenecía a un programa europeo de donación de cerebros. Los estudios fueron el «Estudio de cohorte de más de 75 años de la Ciudad de Cambridge» y el «Estudio sobre el envejecimiento y la función cognitiva» del Consejo de Investigaciones Médicas del Reino Unido y el estudio Vantaa 85+ de Finlandia. En todos los estudios se entrevistó a los participantes a intervalos regulares de entre uno y siete años después de realizar estudios de base entre 1985 y 1993. Los cuestionarios se diseñaron para que incidieran en la presencia de indicios de demencia, aunque los participantes también contestaron a preguntas sobre factores socioeconómicos como la educación. En todos los estudios se evaluaron muestras de tejidos cerebrales en busca de neuropatologías, análisis realizados sin que se conociera el estado clínico del paciente en relación a la demencia. Los investigadores indagaron en la presencia de placas, agregaciones y lesiones asociadas a la demencia y las clasificaron según su gravedad. Estos datos se compararon a continuación con los extraídos de los cuestionarios. La incidencia de patologías cerebrales fue similar en todos los grupos. Los resultados indicaron que la obtención de un nivel de estudios más elevado no posee un efecto físico protector ante estas patologías, sino que ayuda a sobrellevar los cambios degenerativos cerebrales. Los individuos que habían disfrutado de una mayor educación durante la juventud presentaron un riesgo menor de desarrollar demencia clínica a edades más avanzadas. «Las investigaciones anteriores habían mostrado que no existe una relación directa entre el diagnóstico de demencia en vida y los cambios observados directamente en el cerebro tras la muerte», explicó la Dra. Hannah Keage de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). «La patología cerebral de una persona puede ser enorme mientras que la de otra mínima y ambas padecer demencia. Nuestro estudio muestra que la educación durante la juventud puede permitir a determinadas personas sobrellevar gran cantidad de cambios en su cerebro sin que se manifiesten síntomas de demencia.» Los descubrimientos subrayan la importante contribución de la educación a la salud pública, sobre todo en vista del envejecimiento poblacional europeo. «Se sabe que la educación es buena para la salud y la igualdad», indicó la profesora Carol Brayne de la Universidad de Cambridge, directora de la investigación. «Este estudio proporciona argumentos contundentes a favor de que se realicen inversiones en factores relacionados con la juventud que deberían influir en la sociedad y durante toda la vida. La relevancia de estas afirmaciones para las decisiones políticas relativas a la asignación de recursos para sanidad y educación es enorme.»

Países

Finlandia, Reino Unido

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