La seguridad alimentaria empieza por la investigación
La Junta de Asesoría Científica de la nueva iniciativa de programación conjunta comunitaria (JPI) en materia de agricultura, seguridad alimentaria y cambio climático celebró el 10 de junio su primera reunión en París (Francia), donde presentó un programa de investigación conjunto dedicado al suministro alimentario seguro y sostenible en Europa. La Comisión Europea, que desempeñó una función determinante en la creación de la JPI, se ha comprometido a aportar 2 millones de euros para que ésta dé frutos. En la JPI trabajarán veinte países europeos para definir, desarrollar y aplicar agendas comunes de investigación estratégica en campos importantes para la población europea, sobre todo aquellos que afectan a su bienestar y prosperidad. La JPI se dedicará a reforzar la colaboración científica, fomentar la efectividad de la financiación nacional (que ascenderá a más de mil millones de euros anuales), coordinar los trabajos planeados para aprovechar al máximo su rentabilidad y evitar duplicidades y divulgar los resultados científicos disponibles. La iniciativa está liderada por el Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) de Francia y el Consejo de Investigación de la Biotecnología y las Ciencias Biológicas (BBSRC) del Reino Unido. «La seguridad alimentaria es un tema de vida o muerte y sin ella no existe ningún otro tipo de seguridad», indicó Máire Geoghegan-Quinn, Comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia. «Con buen criterio, los sectores privado y público están invirtiendo miles de millones de euros para abordar este enorme reto. Pero ningún Estado miembro podrá bastarse por sí solo. Sólo podemos aprovechar al máximo los fondos públicos si aunamos esfuerzos», incidió. «Esta iniciativa de programación conjunta sustituirá la fragmentación y duplicación existentes por coherencia y coordinación y supondrá una contribución importante a la estrategia Europa 2020.» Menos del 15% de la investigación civil realizada con fondos públicos está coordinada a nivel europeo y el presupuesto comunitario tan sólo supone el 5% de la financiación pública de la ciencia. Para corregir esta situación la Comisión Europea ha resuelto participar de forma importante en la coordinación del 95% restante. En último término, el objetivo de la iniciativa, que es lograr una visión conjunta, no sólo se centra en un suministro alimentario estable, seguro y sostenible, sino que abarca también la reducción del impacto climático en la agricultura. Los datos comunitarios apuntan a que la población mundial crecerá hasta los 9.000 millones de personas en los próximos 40 años. Este aumento influirá en la demanda de alimentos, cuyo repunte se calcula en un 50% para 2030. De forma paralela, en Europa habrá que hace frente a fenómenos como sequías, mayores temperaturas y condiciones climatológicas impredecibles. Expertos en la materia afirman que la agricultura es responsable del 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el planeta. En colaboración con los socios franceses y británicos mencionados, trabajarán por el éxito de esta iniciativa entidades destacadas de Austria, República Checa, Chipre, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Hungría, Irlanda, Israel, Italia, Países Bajos, Noruega, Rumanía, Eslovaquia, España, Suecia y Turquía. A la reunión de la Junta de Asesoría Científica de la nueva iniciativa de programación conjunta (JPI) comunitaria en materia de agricultura, seguridad alimentaria y cambio climático asistieron doce científicos de renombre (dos de ellos estadounidenses) que realizaron intervenciones fundamentales. Responsables de la JPI indicaron que los trabajos a realizar complementarán a los que ya están en marcha en la UE. Desde 2005 la Comisión Europea ha adjudicado cerca de 300 millones de euros a proyectos conjuntos en temas tratados por la JPI mediante el Programa Marco de Investigación. Además, hay en marcha doce programas de la Red del Espacio Europeo de Investigación (ERA-NET) que se están dedicando a aunar iniciativas científicas nacionales de toda Europa dedicadas al mismo campo. La JPI surge para aliviar los efectos del cambio climático y el aumento en la demanda de alimentos, no sólo desde el punto de vista europeo, sino bajo un prisma mundial.
Países
Austria, Chipre, Chequia, Alemania, Dinamarca, Estonia, España, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Israel, Italia, Países Bajos, Noruega, Rumanía, Suecia, Eslovaquia, Turquía, Reino Unido