OECD: invertir en innovación para potenciar el crecimiento
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) ha advertido que la innovación es clave para potenciar el crecimiento económico y que los gobiernos deberían resistirse a reducir el gasto en actividades «esenciales para el futuro de un país». En declaraciones ofrecidas durante la presentación de la nueva Estrategia de Innovación de la OCDE, el Secretario General de Organización, Ángel Gurría, afirmó que: «Muchos países aumentaron su inversión pública en educación, investigación e infraestructuras inteligentes para reforzar la capacidad de crecimiento. Pero ahora, debido a la presión del déficit fiscal, existe un riesgo de que dicha inversión se recorte, lo que supondría un error.» «Aunque los recortes pueden suponer un alivio fiscal a corto plazo, a la larga perjudicarán el crecimiento y mermarán la capacidad de superar retos como el cambio climático, el hambre y la enfermedad, que sin duda precisan soluciones innovadoras.» La estrategia insta a los gobiernos a adoptar un enfoque amplio con respecto a la innovación. «Nuestras políticas de innovación deben ser más abiertas y no sólo servir a la ciencia y la tecnología (CyT)», explicó el Sr. Gurría. «Los países precisan estrategias de innovación que abarquen el gobierno al completo y que sean capaces de aunar las distintas políticas y reformas ministeriales en una "cruzada por la innovación".» Según la OECD, los gobiernos deben asegurar que el dinero destinado a la promoción de la innovación no cae en saco roto. Medidas sencillas como eliminar la burocracia, garantizar una mayor independencia a las universidades y liberar el acceso a los resultados de la investigación pública pueden mejorar la eficiencia del gasto público en innovación. También es preciso que los gobiernos eliminen los obstáculos administrativos que complican la vida a las nuevas empresas y creen políticas recaudatorias más favorables para la innovación y la iniciativa empresarial. La Estrategia de Innovación de la OCDE define cinco áreas prioritarias en las que deben trabajar los gobiernos. En el aspecto humano de la innovación, el informe recomienda otorgar a las personas la capacidad de innovar. Entre otros temas, el informe hace hincapié en la importancia de desarrollar políticas de educación que fomenten una cultura empresarial y que aseguren que los mercados laborales favorecen la movilidad internacional de los trabajadores cualificados. La segunda prioridad se centra en la innovación en empresas, pues éstas «son básicas para convertir buenas ideas en empleo y riqueza». En un apunte optimista, el Sr. Gurría indicó que los periodos de recesión suelen venir acompañados de la creación de empresas de gran nivel innovador. «Microsoft, Nokia, Google y Blackberry (RIM) nacieron o renacieron durante un periodo de crisis económica», apuntó. «De hecho, cerca de la mitad de las empresas de la lista "Fortune 500" en 2009 se formaron durante una recesión o un mercado bajista.» Por otra parte, cabe indicar que hasta el 40% de las nuevas empresas quiebran durante sus dos primeros años de vida. «Las condiciones tributarias para los emprendedores deberían ser más neutras», indica la OCDE, y añade que «las políticas también pueden ayudar a que las PYME ya existentes mejoren su capacidad innovadora, por ejemplo apoyando la formación en capacidades relevantes.» En el campo de la difusión del conocimiento, en la estrategia se solicita a los gobiernos que promocionen las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), sobre todo en lo referente a las redes de banda ancha. También se señala la importancia de los derechos de propiedad intelectual a la hora de incentivar a las empresas a innovar. La cuarta prioridad se centra en cómo puede la innovación influir en la resolución de los principales retos venideros. Aquí la estrategia anima a los gobiernos a colaborar estrechamente para solucionar algunos de los mayores retos a los que se enfrenta la sociedad hoy en día. «Debe explorarse un nuevo modelo de gobernanza para la cooperación multilateral en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación internacional», se lee en la estrategia. La OCDE indica que este modelo podría centrarse en la creación de prioridades, vías de financiación y medidas y procedimientos institucionales que aseguren el acceso al conocimiento. Por último, la OCDE solicita mejoras en la gobernanza y en la medición de políticas de innovación. «La evaluación es indispensable para mejorar la efectividad y eficacia de las políticas dedicadas a fomentar la innovación y crear bienestar social», se afirma en la estrategia. En Europa, la Estrategia Comunitaria 2020 sitúa la innovación como componente fundamental en los esfuerzos europeos dedicados a salir reforzados de la crisis económica actual. La nueva Comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn, preside un grupo de Comisarios cuyas carteras están relacionadas con la innovación.