La investigación, la industria y la energía ecológica encabezan la agenda ministerial
Los ministros europeos que acudieron al Consejo de Competitividad celebrado el pasado 26 de mayo respaldaron la propuesta española de dotar de una «dimensión social» al espacio europeo de investigación, de forma que la ciencia se ponga al servicio de la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Los ministros también trataron una serie de cuestiones determinantes para las agendas de investigación, industria, mercado interior y tecnología digital. La Ministra de Ciencia e Innovación de España, Cristina Garmendia, aseguró que se ha cumplido «con éxito» el programa elaborado por la Presidencia española del Consejo en materia de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), que «ha situado en la agenda política europea el papel relevante de la ciencia para lograr una mayor cohesión social y para luchar contra la pobreza». «La Presidencia española da por cumplido con éxito la totalidad del programa comprometido al inicio del turno», destacó Garmendia en la rueda de prensa posterior al Consejo de Competitividad. España pasará el testigo de la Presidencia del Consejo Europeo a Bélgica el próximo 1 de julio. Además, la ministra española recordó que en este semestre la UE ha avanzado en aspectos que tienen que ver con la excelencia científica, con la carrera y la movilidad de los investigadores y la gestión de las infraestructuras. Garmendia informó que el Consejo adoptó una posición común para explorar en profundidad las sinergias entre las políticas de innovación y las de desarrollo y que los ministros acordaron avanzar en la simplificación de los programas de I+D+i, con idea de «hacerlos más eficientes» para los usuarios, los investigadores o las empresas, y en especial las pequeñas y medianas empresas (PYME). La Comisión Europea ha propuesto someter a debate una serie de opciones, entre ellas reducir la complejidad de las condiciones de financiación aceptando las prácticas de contabilidad comunes de los beneficiarios y adoptar un índice de error aceptable específico para la investigación. La UE se ha marcado la meta de que la intensidad de la I+D llegue al 3% en 2020 y ha solicitado a los Estados miembros que fijen objetivos nacionales de I+D tomando en consideración sus circunstancias y puntos de partida relativos. Por otra parte, la Presidencia española había promovido una iniciativa por Internet en la que había solicitado a los ciudadanos europeos que votasen por el reto prioritario para la ciencia entre los catorce retos propuestos por otras tantas personalidades, como la investigadora española Margarita Salas y la primatóloga británica Jane Goodall. La propuesta ganadora fue el almacenamiento más eficiente de energía para 2030. La siguiente propuesta más votada fue la creación de órganos artificiales de laboratorio para reemplazar a otros dañados y en tercer lugar se situó la opción de robots que hagan más fácil la vida. En el terreno de los automóviles ecológicos, los ministros subrayaron que se debe animar a los Estados miembros a adoptar y poner en práctica una solución armonizada relativa a los vehículos limpios y de consumo energético eficiente. Asimismo, hicieron un llamamiento a las principales partes interesadas para que empleen energía generada por fuentes limpias y sostenibles para cargar coches eléctricos y que construyan redes eléctricas inteligentes, siempre teniendo en cuenta la distinta situación de los sectores energéticos de cada uno de los Estados miembros. En definitiva, los ministros indicaron, entre otras cuestiones, que no debe reducirse la variedad de tecnologías sometidas a investigación y que se debe hacer hincapié en la excelencia científica para garantizar que se dedique financiación específica a la investigación sobre sistemas de propulsión alternativos. El Consejo de Competitividad, establecido en 2002, tiene como objetivo primordial lograr una gestión más coherente y mejor coordinada de los asuntos de investigación, industria y mercado interno relacionadas con la competitividad de la UE. El Consejo está formado, entre otros, por ministros de asuntos europeos, de industria y de investigación.
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