La «aglomeración» da sentido a la visión periférica
Aunque puede pasar inadvertido, un efecto denominado «aglomeración» (crowding) permite concentrarse en cada palabra de un texto y difuminar el resto. A pesar de que afecta al 95% del campo visual todavía se sabe poco sobre este efecto. Antes se creía que este fenómeno dificulta el reconocimiento de objetos, pero ahora un equipo de científicos británicos y estadounidenses afirma que la «aglomeración», cuyo origen es cerebral y no ocular, dista mucho de ser aleatoria. Los descubrimientos realizados en este estudio se han publicado en la revista Current Biology. El cerebro dedica muchas menos neuronas al campo visual periférico que a la visión central, lo que hace que dirija su atención a lo que tenemos justo delante y que pierda importancia todo lo que rodea al punto enfocado. Para la mayoría de las personas que no padecen problemas de vista este fenómeno no interfiere de forma negativa en la visión. Sin embargo, para los millones de personas que han perdido la visión central debido a degeneración macular, ambliopía (ojo vago) u otras enfermedades y afecciones, la capacidad para reconocer palabras o incluso personas situadas frente a ellas puede verse afectada debido a que han de valerse de su campo visual periférico, el cual perciben de manera borrosa. Investigadores del University College de Londres (UCL, Reino Unido) y de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) afirman que, si se conocieran mejor los mecanismos por los que se produce la aglomeración, se podría perfeccionar la visión de las personas que sufren deficiencias en la visión central mejorando la presentación de los objetos en televisión y en Internet, por ejemplo. «Si lográramos averiguar cuándo se produce la aglomeración y cuándo no, en teoría podríamos crear textos e imágenes menos susceptibles de provocar este fenómeno», explicó el Dr. John Greenwood del UCL. «De igual modo, si desentrañáramos la apariencia de los objetos cuando están "aglomerados", podríamos generar textos e imágenes que pudieran reconocerse aunque se produjese este efecto.» Como parte de este estudio, el equipo pidió a un grupo de individuos que contemplasen una pequeña zona de ruido visual aleatorio (similar al que aparece en una televisión cuando no está sintonizada) con el ángulo externo del ojo y les indicaran cuándo dicha zona aparecía rodeada de rayas orientadas en una dirección concreta. Los científicos determinaron que la aglomeración provoca que los objetos situados frente a nosotros parezcan más regulares al mezclar entre sí objetos adyacentes. Para comprobar su hipótesis, el equipo utilizó una fotografía de un pueblo pintoresco de la costa de Cinque Terre (Italia). En lugar de mostrar una reproducción normal del paisaje, los investigadores reorganizaron varias zonas de la imagen mediante el intercambio de píxeles en ellas. Al centrar la vista en una casa marrón situada en el centro (zona de la imagen no modificada), las zonas de «ruido» desaparecían y la fotografía se mostraba relativamente poco modificada. En su artículo concluyen que la aglomeración puede inducir a la percepción de una estructura aun cuando ésta no exista. «A pesar de que se caracteriza con frecuencia como un proceso perjudicial que elimina u oculta por completo representaciones de objetos, hemos demostrado que la aglomeración cambia de forma sistemática la apariencia de los objetos», escriben. «Entendemos que esta tendencia de nuestros cerebros a asumir que el mundo es regular puede deberse a que, en el transcurso de la evolución, el cerebro ha ido dedicando menos neuronas a los bordes de nuestra visión que al centro de la misma», añadió el Dr. Greenwood. «Dicho de otro modo, el cerebro, mediante el empleo de estos recursos, no es capaz de procesar otra cosa que no sea un borrador simple.»
Países
Reino Unido, Estados Unidos