Las fluctuaciones de temperatura influyen en la biodiversidad
La comunidad científica opina que las fluctuaciones en la temperatura del planeta afectarán de forma muy negativa a la biodiversidad y los ecosistemas. Sin embargo, un nuevo estudio sobre el zooplancton de lagos de agua dulce ha mostrado que la mayor diversidad de organismos microscópicos se encuentra en aquellos en los que la temperatura varía más. El informe, publicado en la revista Ecology Letters, muestra que la influencia del cambio climático y el calentamiento global en los ecosistemas puede ser variada e inesperada. La investigación desvela que aunque algunas especies sean incapaces de tolerar fluctuaciones radicales de la temperatura y puedan desaparecer del ecosistema, dicha inestabilidad térmica del entorno podría también prevenir que especies dominantes eliminen al resto de competidores. El Dr. Jonathan Shurin, ecólogo de la Universidad de California - San Diego (UC San Diego, Estados Unidos) y director de la investigación, declaró: «Imagínese dos especies con distintas temperaturas óptimas para su crecimiento. En un mundo cambiante ninguna de ellas poseerá ventaja y las dos coexistirán.» El equipo de investigación examinó datos recopilados por 9 estudios ecológicos sobre 53 lagos de Norteamérica y Europa durante un periodo de entre 3 y 44 años. Además de estudiar el zooplancton lacustre, los científicos también midieron de forma reiterada y en distintas estaciones del año la temperatura, oxígeno, niveles de pH y contenido de nutrientes como carbono, fósforo y nitrógeno. El zooplancton respondió de forma rápida a los cambios en la temperatura dado que se reproduce a gran velocidad. «Se pueden producir docenas de generaciones en un solo verano», aclaró el Dr. Shurin. «En el caso de mamíferos o plantas anuales es necesario realizar observaciones durante cientos o miles de años para obtener el mismo volumen de renovación de la población.» Los investigadores registraron por separado datos semanales, mensuales y anuales y descubrieron que se repetía el mismo patrón: menor cantidad de zooplancton en lagos con menor rango químico en sus aguas y mayor en los lagos con temperaturas variables. Las temperaturas de los lagos permanecían dentro de unos límites normales, pero en algunos los niveles químicos, sobre todo la concentración de fósforo y el pH, eran superiores a lo normal debido a la contaminación y a la lluvia ácida. El estudio llevó a la conclusión de que las fluctuaciones medioambientales, que incluyen tanto la temperatura como los niveles químicos, podrían promover o reducir la biodiversidad en función de la velocidad a la que se produzcan. «Es posible que dependa de la previsibilidad del entorno», afirmó el Dr. Shurin. «Si se produce una gran cantidad de cambios violentos en un periodo determinado cabe la posibilidad de que las especies no tengan tiempo de programar sus ciclos vitales en consonancia con las condiciones más favorables para ellas. Necesitan interpretar los estímulos para eclosionar en el momento adecuado. Si el entorno presenta poca previsibilidad puede ser perjudicial para la diversidad, puesto que muchas especies no serán capaces de adaptarse a él.»
Países
Canadá, Suiza, Alemania, Estados Unidos