Una combinación de mutaciones genéticas puede provocar una leucemia agresiva
Un equipo de científicos de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) ha descubierto que dos genes que se sabe que pueden provocar cáncer por separado pueden causar una leucemia agresiva si ambos sufren mutaciones. Estos inesperados resultados, publicados en la revista científica Blood, podrían dar lugar a nuevos tratamientos contra formas agresivas de leucemia. La leucemia se debe a la proliferación incontrolada de glóbulos blancos en el organismo y puede darse en distintas formas (agudas, crónicas, etc.). Unas formas son más agresivas que otras, como la leucemia mieloide aguda (LMA). El exceso de glóbulos blancos provocado por la leucemia puede hacer que éstos lleguen a invadir diversos órganos, frecuentemente los nódulos linfáticos, el hígado y el bazo, y dañar gravemente el sistema inmunitario. En Suecia cada año se diagnostican 900 casos nuevos de leucemia. El equipo encargado del estudio realizó el descubrimiento referido durante la realización de unos experimentos en ratones transgénicos. En muchos casos agudos de leucemia se aprecia la mutación de uno de los dos genes, pero no es normal encontrar ambos mutados en un mismo individuo. Antes se creía que la mutación de estos genes inducía la misma reacción, a saber, una mayor actividad de una proteína cancerígena llamada RAS que acelera la proliferación de leucocitos. «Se trata de un hallazgo sorprendente que sugiere la existencia de un mecanismo de desarrollo del cáncer desconocido hasta ahora y abre la puerta a nuevos métodos para combatir los glóbulos sanguíneos cancerígenos que presentan mutaciones de NF1», aseguró el profesor Martin Bergö, quien dirigió la investigación realizada en la Academia Sahlgrenska. Uno de los dos genes en cuestión codifica la proteína RAS y el otro otra proteína llamada NF1, que se sabe reduce la actividad de RAS. Anteriormente, los científicos de la Academia Sahlgrenska habían trabajado con dos tipos distintos de ratón: uno con la RAS mutada y otro con la NF1 mutada. Los científicos observaron un desarrollo lento de la leucemia en ambos tipos. Pero cuando indujeron ambas mutaciones en ratones, vieron que la leucemia se desarrollaba con una gran agresividad. «El aumento correspondiente de la señalización de la RAS no justifica el fuerte incremento de la agresividad de la enfermedad. Esto indica que la proteína NF1 puede desempeñar en el desarrollo de la leucemia una función distinta a la que pensábamos y ajena por completo a la RAS», explicó el profesor Bergö. «Este descubrimiento abre la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos para pacientes con mutaciones de la NF1.» Los científicos responsables del descubrimiento investigan ahora, en colaboración con otro equipo de la propia Academia Sahlgrenska, la función que desempeña la proteína NF1 con el fin de desarrollar nuevos tratamientos contra formas agresivas de leucemia.
Países
Suecia