Un aumento en la energía mareomotriz para aprovechar el poder del mar como fuente limpia de energía
La gente reclama más acciones contra el cambio climático y exige que usemos más fuentes de energía renovables. La energía marina brinda una oportunidad de oro para que los gobiernos muestren si les importa la opinión popular. La primera estación mareomotriz a gran escala del mundo está en funcionamiento en aguas europeas, concretamente en la costa del Reino Unido, y se espera que los costes experimenten una fuerte caída en cuanto el sector se expanda. Solo en el Reino Unido, el sector de las corrientes de mareas podría aportar unas ganancias de 1 600 millones de euros para 2030 y suponer la creación de 4 000 puestos de trabajo, según el proyecto de la UE CLEARWATER. CLEARWATER es el primer proyecto multiturbina que utiliza una tecnología a escala comercial. Anteriormente, se habían probado dispositivos trabajando por separado en centros como el EMEC en Escocia. «Lo que hemos logrado con este trabajo es completamente innovador y supone un punto de referencia para futuros proyectos» dice Drew Blaxland, director de Servicios de Ingeniería y Turbinas en Atlantis Operations (UK Limited), la empresa que está detrás del proyecto CLEARWATER. «Estamos preparando el terreno para otros proyectos con corrientes mareomotrices que sean más grandes y que tengan un coste más competitivo». CLEARWATER empezó a operar de manera oficial en abril de 2018, tras una puesta en marcha satisfactoria y unas pruebas de funcionamiento iniciales. Para abril de 2019, la estación en la que se colocó la turbina CLEARWATER había generado más de 15 GWh de electricidad renovable. Según Blaxland: «Las mejoras en las técnicas de instalación demostradas en el proyecto, incluido el desarrollo de un sistema de conexión submarino "wetmate", redujeron a la mitad el tiempo de instalación necesario en el mar. Ahora es posible instalar una turbina en menos de una hora. Esto, además de agilizar los trabajos en el mar, también reduce las exigencias climáticas para realizarlos». Atlantis Operations seguirá innovando con el objetivo de que el coste normalizado de la energía para la tecnología de corrientes mareomotrices continúe bajando. El coste normalizado de la electricidad (LCOE, por sus siglas en inglés) representa los costes del capital instalado y los costes de explotación permanentes de una central energética expresados en una secuencia de pagos iguales durante el tiempo de funcionamiento económico esperado de la central. «Al hacerlo, no nos fijamos solo en las turbinas, sino en todo el sistema», añade Blaxland. Con base en el trabajo del proyecto, la empresa ha desarrollado tecnologías mareomotrices con innovaciones que pronto verán la luz, como un diámetro de rotor más grande (de 18 m a 20 m) o una turbina con una capacidad nominal de 2 MW en lugar de 1,5 MW, que es la que se empleó en el proyecto CLEARWATER. «Esto supondrá que la producción de energía por turbina aumente un 25 %, que la energía se genere a la frecuencia de la red y que suba la "tensión a costa", reduciendo así las pérdidas eléctricas». Unos monopilares estándar sustituirán a las estructuras basadas en la gravedad empleadas en CLEARWATER, lo que disminuirá un 90 % la cantidad de acero necesario. La empresa también ha realizado un cambio en las turbinas para que sea posible conectar hasta siete de ellas a un solo cable de exportación hacia la costa. Esto disminuye el número de cables y de trabajos necesarios en el mar para la instalación. Además, la tensión del cable de exportación puede pasar de 4 kV a 33 kV, lo que reduciría las pérdidas eléctricas en la red en más de un 6 %.
Palabras clave
CLEARWATER, estaciones mareomotrices, tecnología mareomotriz, transformador submarino, sector de las corrientes mareomotrices, cambio climático, energía renovable