Una inversión más inteligente en estudios climatológicos supondría un ahorro a largo plazo
El coste de la adaptación al cambio climático podría reducirse hasta en un 20% a nivel mundial si se invirtiera ahora en investigaciones específicas. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos del Reino Unido que realizó un estudio relativo a las predicciones sobre el cambio en las temperaturas publicado en la revista Bulletin of the American Meteorological Society. La investigación propone a la sociedad soluciones para los problemas a los que se enfrenta en el presente, pero también puede ofrecer la información necesaria para establecer las medidas a adoptar que eviten posibles problemas en el futuro. En este sentido, los organismos de financiación como la Comisión Europea han adoptado un compromiso claro y definido a favor de la investigación con el fin de convertir los nuevos hallazgos en productos y servicios beneficiosos para la sociedad. Durante las dos últimas décadas la opinión pública ha recibido información exhaustiva sobre las transformaciones que ya está provocando el fenómeno del cambio climático y las que previsiblemente causará a corto y largo plazo. Este problema global acapara cada vez más la atención de gobiernos, organismos de financiación e investigadores de todo el mundo. Pero ¿hasta qué punto es certero su planteamiento? Dada la propia naturaleza de las predicciones, es necesario reducir el nivel de incertidumbre respecto a lo que ocurrirá o no en el futuro. Los resultados del estudio emprendido por científicos del Centro Nacional para la Ciencia Atmosférica del Reino Unido indican que tal incertidumbre puede reducirse mediante inversiones en estudios climatológicos que nos permitan realizar intervenciones más precisas. Esto a su vez reduciría el esfuerzo económico que conlleva la adaptación a los cambios que experimentará el planeta a largo plazo. Según declaraciones de Ed Hawkins y Rowan Sutton, coautores del informe, «debido a la cuantía de los costes de adaptación y a que cuanto mayor es la incertidumbre respecto a las condiciones climáticas del futuro más caro resulta adaptarse a las mismas, reducir dicha incertidumbre en las predicciones climatológicas podría repercutir muy positivamente en términos económicos». El equipo utilizó un conjunto de modelos climáticos para identificar las causas principales de la incertidumbre en las predicciones sobre cambios en las temperaturas a nivel regional. A pesar de que ya se habían realizado estudios similares, esta investigación es la primera que se centra en distintas escalas regionales de todo el planeta. Los científicos estiman que existen tres fuentes principales de incertidumbre en las predicciones climatológicas: la variabilidad interna (las fluctuaciones de carácter natural, no provocadas por la acción del hombre), la incertidumbre asociada al modelo (los distintos modelos ofrecen simulaciones diferentes de los cambios climáticos) y la incertidumbre asociada al escenario (esto es, la incertidumbre respecto a las futuras emisiones de gases de efecto invernadero). Sus hallazgos revelan que la variabilidad interna y la incertidumbre del modelo serán las fuentes principales en todas las regiones durante los próximos cuarenta años. En palabras del Dr. Hawkins, «nuestro trabajo indica que, por ejemplo, las inversiones en observación oceánica y su aplicación a la hora de establecer las condiciones iniciales de los modelos climáticos y de comprobar las predicciones podrían traducirse en modelos y predicciones climáticas más precisos para el periodo comprendido entre los próximos cinco y cincuenta años». El desconocimiento sobre las futuras emisiones de gases de efecto invernadero no pasará a ser la incertidumbre principal hasta la década de 2050».
Países
Reino Unido