La energía renovable incentivará la economía y creará puestos de trabajo, según un estudio
Un estudio ha mostrado que si se aumenta el apoyo a las fuentes de energía renovable (FER) se producirá un efecto positivo en la economía de la UE y se creará una cantidad importante de puestos de trabajo. Dicho estudio, llevado a cabo por encargo de la Dirección General de Energía y Transportes de la Comisión Europea, es el primero que evalúa detenidamente los efectos económicos que devendrían del apoyo a las FER. A finales de 2008, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea acordaron poner en marcha la Directiva sobre energías renovables, que obliga a los Estados miembros de la UE a alcanzar el ambicioso objetivo de que el 20% del consumo total de energía en Europa proceda de energías renovables en 2020. Conocer el impacto de las políticas actuales sobre las FER es básico para asegurarse de que estos objetivos son asequibles. Los investigadores emplearon varios modelos económicos para averiguar la forma en la que las políticas sobre las FER influyen en la economía y el mercado laboral comunitario actual, cuál fue su influencia en el pasado y cómo pueden evolucionar en lo sucesivo. Examinaron no sólo el sector de las FER, sino también su impacto en todos los sectores económicos, incluido el mercado de la energía «convencional», los hogares y la industria dedicada a la restauración, el ocio y el entretenimiento. Los descubrimientos sirven para cubrir lagunas importantes en el conocimiento que se tenía sobre las implicaciones económicas de las políticas relativas a las FER en Europa. En concreto, el estudio utilizó un modelo de rendimiento denominado Multireg para evaluar el efecto que han tenido los progresos logrados en el sector de las FER sobre otros sectores económicos. Para predecir futuros progresos, los investigadores utilizaron un modelo denominado Green-X, diseñado para simular el efecto de las políticas de apoyo a las FER hasta el año 2030. Según este sistema, los futuros efectos económicos se calcularon utilizando dos modelos macroeconómicos independientes: Nemesis y Astra. Se emplearon dos modelos para poder comparar y validar los resultados. Además, los resultados generales del estudio se sometieron a arbitraje científico. Según los investigadores: «El sector de las FER ya ha cobrado gran importancia en términos de empleo y valor añadido. Se han creado industrias pioneras con gran potencial para liderar el mercado, las cuales aportan cerca del 0,6% del total del PIB [producto interior bruto] y empleo en Europa. Este desarrollo probablemente se acelere si se mejoran las políticas actuales destinadas a alcanzar el objetivo del 20% de FER en Europa para el 2020.» Para calcular el futuro impacto de las políticas sobre FER se compararon tres situaciones hipotéticas: una en la que se abandonaba toda política de apoyo, una segunda en la que las ayudas continuaban como hasta ahora, y otra en la que se reforzaban de forma considerable las políticas sobre FER. Los resultados mostraron claramente que se necesitan políticas más potentes para lograr que Europa obtenga todo el beneficio posible de las FER. «El fuerte crecimiento reciente de proyectos relativamente baratos de biomasa y eólicos en tierra firme debe mantenerse, pues se espera que estas tecnologías generen la mayor parte de la producción de las FER, empleo y crecimiento económico a corto plazo», según se lee en el estudio. «Hay otras tecnologías más innovadoras como la fotovoltaica, los parques eólicos en el mar, la electricidad solar térmica y la segunda generación de biocombustibles que necesitan mayor apoyo financiero a corto plazo, pero son precisamente estas tecnologías las que serán clave para conseguir el objetivo de la UE del 20% de FER en el 2020 e incluso superarlo en adelante, mantener la posición competitiva de la UE en el mercado global de las tecnologías relacionadas con las FER y aumentar el empleo y el PIB a medio plazo.» Según el informe, «las políticas que promocionan la innovación tecnológica en las FER son, por lo tanto, esenciales para fortalecer la ventaja de ser pioneras de las industrias europeas dedicadas a las FER. De tener éxito, estas tecnologías pueden ayudar a la UE a mantener una mayor cuota de mercado en el sector de las FER a escala mundial. Se calcula que para 2020 el beneficio neto para el PIB sería un 10% mayor que si las ayudas continúan como hasta ahora.» Más importante, el estudio reveló que mientras que con la hipótesis del «aumento del apoyo» se alcanzaría el 20% del consumo total de energía procedente de las FER para el 2020 y el 30% para el 2030, los objetivos de la UE no se alcanzarán en el supuesto de continuar la tendencia actual, ya que se llegaría al 14% en 2020 y al 17% en 2030. «Además de brindar unas condiciones marco y un apoyo que tengan un espíritu proactivo», aclaran los investigadores, «para lograr el compromiso comunitario con las FER a un coste bajo o moderado, se prevé que sería beneficiosa la adopción de medidas decididas en apoyo de la eficiencia energética». Las cifras totales para el aumento del PIB y el empleo derivado de un mayor apoyo a las FER son impresionantes, pero en el estudio fueron cautos y las compensaron con las pérdidas previstas, por ejemplo con las inversiones que perderían las tecnologías energéticas convencionales. Las cifras netas indican que las actuales políticas sobre las FER en los Estados miembros de la UE inducirán un aumento del PIB que va del 0,11% al 0,14% para el 2020, y del 0,15% al 0,30% para el 2030. En la hipotética situación de que se fortalezcan las políticas, el resultado neto sería un aumento del PIB mucho mayor (de 0,23% a 0,25% en 2020, y de 0,36% a 0,40% en 2030). Los resultados de Astra y Nemesis coincidieron, si bien se apreciaron algunas diferencias. En lo relativo al aumento neto del empleo, las políticas actuales de los Estados miembros sobre las FER, combinadas con unas exportaciones moderadas, llevarán a la creación de entre 115.000 y 201.000 puestos de trabajo nuevos para 2020 y entre 188.000 y 300.000 para 2030. En cambio, con el fortalecimiento de las políticas sobre FER se conseguiría un mayor aumento de puestos de trabajo, entre 396.000 y 417.000 empleos nuevos para 2020 y entre 59.000 y 545.000 empleos en los años inmediatamente anteriores al 2030. La amplia horquilla existente en las cifras es producto de las distintas formas en que los modelos tienen en cuenta el aumento de los costes energéticos. El Comisario de Energía, Andris Piebalgs, afirmó que «esto demuestra que los beneficios que producen las energías renovables en términos de seguridad del abastecimiento y lucha contra el cambio climático pueden ir acompañados de beneficios económicos». El estudio lo llevó a cabo Employ-RES, un consorcio compuesto por empresas de Alemania, Austria, Francia, Lituania y Suiza.