Los satélites Herschel y Planck de la ESA despegan y responden
El 14 de mayo los observatorios espaciales avanzados Herschel y Planck fueron lanzados con éxito al espacio, desde donde mandaron sus primeras señales de radio hasta la Tierra. Las modernas naves despegaron desde el puerto espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Kourou (Guayana Francesa) y se separaron de un lanzador Ariane 5 a 1.150 y 1.700 kilómetros de altitud sobre la superficie terrestre. Sus señales se recibieron en la antena de espacio profundo de 35 metros de diámetro de la ESA, situada en la estación de New Norcia (Australia). Los dos satélites funcionarán de forma independiente el uno del otro y observarán el espacio con un grado de detalle sin precedentes. Herschel transporta el telescopio de infrarrojos más grande y potente jamás lanzado al espacio: su espejo de 3,5 metros de diámetro es un 50% más grande que el telescopio espacial Hubble. Planck se dedicará al estudio del fondo cósmico de microondas (CMB): los vestigios de radiación procedentes del Big Bang. Herschel pesa 3,4 toneladas y transporta dos instrumentos que funcionan al mismo tiempo como cámaras y como espectrómetros de imagen: PACS («Cámara y espectrómetro con conjuntos de detectores fotoconductores») y SPIRE («Receptor de imágenes fotométricas y espectrales»). También contiene un espectrómetro de gran precisión denominado HIFI («Instrumento heterodino en el rango del infrarrojo lejano»). Un sofisticado sistema criogénico (un criostato) se encarga de enfriar sus detectores hasta temperaturas cercanas al cero absoluto. Todos estos instrumentos en conjunto permitirán a Herschel trabajar con longitudes de onda nunca antes observadas y capturar imágenes de datos con extremo detalle. Sus observaciones son capaces de abarcar todo el rango de longitud de onda, desde el infrarrojo lejano hasta el submilimétrico. Además es capaz de «ver» veinte veces más luz que cualquier otro telescopio espacial, por lo que permite captar regiones del espacio que de otra forma serían imposibles de observar. Herschel comenzará a funcionar dos semanas después de su lanzamiento, cuando se encuentre a más de un millón de kilómetros de la Tierra. Alcanzará su órbita de destino, situada aproximadamente a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, unos cien días después del lanzamiento. Estará operativo un mínimo de tres años, o hasta que se agote el helio del criostato, lo que podría ocurrir en unos cuatro años. Herschel tiene varios objetivos, tanto dentro como fuera de nuestra galaxia. En la Vía Láctea estudiará objetos del Sistema Solar como asteroides, el proceso de formación de estrellas y planetas, y gases y polvo tanto en nuestra galaxia como en las vecinas. Más allá de nuestra galaxia «resolverá el fondo cósmico del infrarrojo y caracterizará las fuentes», entre otras tareas. La comunidad científica mundial tendrá la posibilidad de utilizar el observatorio durante dos tercios de su tiempo de observación. Herschel funcionará de forma autónoma y enviará información a la Tierra durante tres horas al día. El objetivo del observatorio Planck consiste en medir pequeñas fluctuaciones en el CMB, lo que permitirá que obtengamos una imagen muy detallada del Universo cuando tan sólo tenía 380.000 años. Planck, de 1,9 toneladas de peso, tendrá capacidad para cubrir nueve bandas de longitud de onda que van desde el centímetro hasta un tercio de milímetro (de las microondas al infrarrojo muy lejano). Contiene un telescopio de 1,9 por 1,5 metros y cuya apertura alcanza también los 1,5 metros. Dos detectores de radio sensibles, en el Instrumento de Baja Frecuencia y el Instrumento de Alta Frecuencia, registrarán radiación, midiendo la temperatura del CMB en un área enormemente extensa. Los instrumentos escrutarán el Universo en busca de regiones ligeramente más calientes o frías que la media. Al igual que en Herschel, un criostato mantiene los detectores a temperaturas cercanas al cero absoluto. Planck tiene mucho trabajo por delante. Su objetivo principal consiste en «determinar las propiedades a gran escala del Universo con un alto grado de precisión». También está preparado para investigar la naturaleza de la materia oscura y, en caso de que sea posible, cuantificarla. Además, deberá comprobar las teorías de la «inflación» (un periodo de expansión rápida que dio origen al Universo), buscar «ondas gravitatorias primordiales» (que podrían haber estado presentes durante la inflación) y buscar defectos en el espacio. También estudiará el origen de las estructuras que observamos en el Universo hoy en día tanto en nuestra galaxia como en otras en el rango de las microondas, lo que le permitirá realizar un mapa a gran escala de la distribución de polvo frío en los brazos de la espiral. Planck recopilará datos durante quince meses, tiempo que la ESA considera suficiente para investigar el cielo al completo dos veces. La misión podría prolongarse un año más. La telemetría del observatorio Herschel será recogida en tierra por los equipos de control de misión en New Norcia y desde la antena de Perth (ambas ciudades en Australia) la que envíe Planck. Una vez recibidos los datos, una serie de ingenieros determinará y ajustará las trayectorias de los dos satélites.
Países
Guayana Francesa