Las infecciones y las lesiones pueden acelerar el avance de la demencia
Las infecciones y las lesiones que causan una inflamación en el cerebro pueden acelerar el deterioro de los pacientes con demencia, según revela una nueva investigación realizada por científicos británicos e irlandeses. Los resultados de esta investigación tienen implicaciones para el tratamiento y cuidado de las personas con demencia. La comunidad científica sabía desde hace tiempo que las infecciones (y especialmente las localizadas en el tracto urinario), las lesiones y las intervenciones quirúrgicas pueden provocar episodios de delirio en las personas mayores y en los pacientes con demencia. Durante estos episodios, los pacientes se sienten extremadamente desorientados y confusos. Sin embargo, hasta ahora se había investigado relativamente poco sobre las repercusiones de las infecciones y las lesiones de los dementes a más largo plazo. En estudios anteriores, el equipo de investigadores había demostrado que la inflamación inducida por una infección podría agravar el daño de las células nerviosas en animales con demencia. En este último estudio, los científicos provocaron una respuesta inflamatoria en ratones que padecían una enfermedad neurodegenerativa. Esta inflamación produjo un deterioro en el estado de salud de los ratones, cuya memoria y capacidad de aprendizaje empeoraron de manera notable. Es más, estos efectos se podían apreciar después de padecer una sola inflamación. «Nuestro estudio demuestra claramente el efecto perjudicial de una infección sistémica o una inflamación en modelos de animales con demencia», comentó el Dr. Colm Cunningham del Trinity College de Dublín (Irlanda). Estos resultados tienen importantes implicaciones para quienes se dedican al cuidado de personas con demencia. «Los médicos y cuidadores deben prestar más atención para proteger a las personas con demencia frente a las posibles causas de una inflamación sistémica», recomendó el Dr. Cunningham. «Esto incluye prevenir las infecciones, evitar posibles caídas y sopesar cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de practicar una cirugía que no sea indispensable». Los investigadores descubrieron también que la inflamación genera la producción de una proteína llamada IL-1beta en el hipocampo, la parte del cerebro que es responsable de la memoria y el aprendizaje. Es sabido que esta proteína agrava el daño de tipo nervioso si se sufre un ictus, y anteriormente ya se han relacionado los niveles altos de la IL-1beta en la sangre con el deterioro cognitivo. «Este descubrimiento de que los episodios inflamatorios sistémicos relativamente triviales pueden afectar y agravar los procesos neurodegenerativos en el cerebro abre nuevas vías posibles para el tratamiento de los pacientes que padecen demencia», señaló el Dr. Cunningham. «Esta es una investigación realmente interesante que supone un avance importante para comprender mejor la demencia», añadió Rebecca Wood, Directora Ejecutiva de Alzheimer's Research Trust. «Ya hace tiempo que se asoció la inflamación a la demencia, de ahí la importancia de las caídas, pero ahora se demuestra también que la demencia resulta agravada por efecto de otro problema común del envejecimiento, que son las infecciones, entre otras, del tracto urinario». En Europa padecen demencia cinco millones de personas, cifra que es probable que aumente aún más con el envejecimiento de la población.
Países
Irlanda, Reino Unido