La Comisión presenta un marco jurídico para las infraestructuras europeas de investigación
La Comisión Europea ha propuesto una nueva legislación que hará más fácil que dos o más países establezcan conjuntamente infraestructuras europeas de investigación. Las infraestructuras de investigación revisten una importancia creciente para el progreso del conocimiento y la tecnología, puesto que posibilitan que la comunidad científica lleve a cabo investigaciones de nivel extremadamente elevado. Sin embargo, establecer y hacer funcionar los centros y los recursos en cuestión suele suponer una carga económica demasiado grande para un solo país. Normalmente, construir determinada infraestructura de investigación cuesta varios cientos de millones de euros, y mantenerla en funcionamiento varias decenas de millones de euros. Con frecuencia, para sobrellevar esta carga financiera, el país responsable trata de encontrar socios en otros países. Tal asociación no sólo fomenta la transferencia de conocimientos, sino que, además, contribuye a formar la masa crítica de información e investigadores necesaria para llevar a cabo investigación innovadora. Sin embargo, las condiciones jurídicas actuales no favorecen el establecimiento de asociaciones con socios de otros países. Las formas jurídicas existentes, sea en el derecho nacional, el comunitario o el internacional, no se corresponden plenamente con las necesidades específicas de tales infraestructuras multinacionales. Y aquí es donde cobra importancia el nuevo marco jurídico que propone la Comisión Europea. El marco propuesto crearía una personalidad jurídica reconocida en todos los Estados miembros y ofrecería algunas de las ventajas de las que gozan las organizaciones internacionales, por ejemplo la exención del impuesto sobre el valor añadido. «Las infraestructuras de investigación son cada vez más complejas y más costosas, por lo que, en muchos casos, quedan fuera del alcance de un grupo de investigación, una región, una nación o incluso un continente por sí solo», manifestó Janez Potocnik, Comisario de Ciencia e Investigación de la UE, en el acto de presentación de la propuesta. «La enorme envergadura de tales proyectos, cuyo coste de construcción suele ser de cientos de millones de euros, y cuyos costes de funcionamiento ascienden a decenas de millones de euros, exige un esfuerzo conjunto por parte de varios países europeos.» El marco propuesto, una vez establecido, reduciría drásticamente la burocracia y el papeleo y podría agilizar en buena medida el proceso de creación de una nueva infraestructura de investigación. De esta manera, se dinamizaría el panorama de la investigación, al permitir que las infraestructuras entraran en funcionamiento lo antes posible, algo importante en el vertiginoso mundo de la ciencia. Está previsto que los ministros de investigación adopten este marco jurídico en diciembre de 2008. Una vez desarrollados los procedimientos de aplicación correspondientes, el marco entraría en vigor a partir de mediados de 2009. La UE tiene entre sus principales prioridades la creación y el fomento de asociaciones de investigación eficaces por toda Europa. El mismo día que se anunció el marco jurídico previsto para las infraestructuras de investigación, la Comisión propuso también un planteamiento nuevo e innovador para la programación conjunta de la investigación.