¿Planean los simios su futuro?
Investigadores europeos han descubierto, mediante una financiación comunitaria, lo que consideran una prueba concluyente de que algunas especies no humanas planean su futuro, atributo que anteriormente se creía exclusivo de los humanos. Mathias y Helena Osvath, de la Universidad de Lund de Suecia, han publicado sus hallazgos en la revista Animal Cognition. Según se comenta en la revista, este estudio «es el primero en ofrecer pruebas concluyentes de que una especie que no es la humana posee capacidades de planificación avanzadas». En este estudio, los investigadores tentaron a los simios con algo que éstos deseaban con el objetivo de ver si los animales renunciarían a esa satisfacción inmediata a cambio de una herramienta que podrían utilizar en un futuro lejano para conseguir otra cosa que también deseaban. Esta cuestión era importante, ya que si el estudio pretendía demostrar si los sujetos realmente planeaban de cara a una futura necesidad, éstos debían superar el impulso de satisfacer un deseo inmediato para satisfacer otro tipo de deseo en el futuro. Dos chimpancés y un orangután, que vivían en el Zoo Furuvik del Centro de Investigación de Primates de la Universidad de Lund, participaron en el estudio principal junto con el grupo de control. Los chimpancés eran hembras, Linda y María Magdalena, y tenían veintidós y seis años respectivamente; el orangután era macho, tenía doce años y se llamaba Naong. A cada uno de ellos se les mostró una manguera y cómo podía utilizarse para conseguir sopa de frutas, todo un manjar para los simios. Acto seguido, se les tentó ofreciéndoles su fruta preferida y la manguera. Se trataba de probar su capacidad de resistirse a una recompensa inmediata (su fruta favorita) en favor de una herramienta (la manguera), con la que conseguirían una recompensa mayor, una sopa de frutas, unos setenta minutos más tarde. El resultado del estudio fue que los simios eligieron la manguera con mayor frecuencia que su fruta favorita. Esto lleva a los investigadores a pensar que los simios son capaces de tomar decisiones en previsión de sus necesidades futuras, incluso cuando se oponen directamente a una recompensa inmediata. Siempre se ha creído que la facultad de planificar necesidades futuras era exclusiva de los humanos. Desafortunadamente, ha sido muy difícil observar una planificación similar en otras especies de animales, y hasta ahora se habían llevado a cabo pocas investigaciones para probar esta hipótesis. No obstante, Mathias y Helena Osvath pudieron concluir que «los resultados de este estudio implican que ciertas capacidades básicas de los humanos evolucionaron mucho antes de lo que se pensaba». Los investigadores, sin embargo, aclaran que no están defendiendo que las aptitudes de planificación de los humanos sean idénticas a las de los otros grandes simios, sino que no parece haber una discontinuidad evolutiva considerable en la habilidad de prever necesidades futuras. Este trabajo recibió apoyo comunitario mediante el proyecto SEDSU («Fases en la evolución y el desarrollo del uso de señales»), que está financiado a través de la actividad NEST («Ciencia y Tecnología Nuevas y Emergentes») del Sexto Programa Marco (6PM).
Países
Suecia