Investigadores europeos encuentran más genes responsables del cáncer
Un equipo de investigadores europeos ha logrado encontrar cientos de genes responsables del desarrollo del cáncer. Examinando el ADN de más de 500 linfomas (cánceres que se desarrollan en células linfáticas), los investigadores descubrieron 10.806 mutaciones. Los resultados se publicaron recientemente en la revista Cell. Los resultados demuestran que cerca de 350 regiones del genoma de los ratones están relacionadas con la formación del cáncer. Los investigadores afirman que 50 de esas regiones se corresponden con genes que desempeñan algún papel en cánceres en los humanos, mientras que las otras 300 son nuevas. El consorcio, que está encabezado por investigadores del Netherlands Cancer Institute (NKI) y del Wellcome Trust Sanger Institute (Reino Unido), generó mutaciones en genes del cáncer mediante el uso del denominado virus de la leucemia murina. Este virus ataca a los glóbulos blancos y provoca la aparición de linfomas, que son tumores cancerosos. «Se cree que los cánceres en los humanos se forman por la acumulación paulatina de mutaciones que alteran genes dentro de una célula, y el virus imita este proceso al insertarse en el genoma del ratón», explicó el Dr. David Adams del Wellcome Trust Sanger Institute, autor principal del estudio. «El virus actúa como una "etiqueta" que nos permite saber dónde se ha integrado y qué gen o genes han sido alterados», añadió. «Al encontrar un promedio de veinte mutaciones de cada uno de los quinientos tumores, no sólo encontramos muchos genes nuevos del cáncer, sino que también pudimos observar qué genes "cooperaban" en la misma célula para transformarla luego en un linfoma», destacó el Dr. Jaap Kool del NKI, coautor del estudio. Según los investigadores, fue en los genes p53 y p19 donde se produjeron las mutaciones halladas en las líneas infectadas de los ratones. El gen p53 tiene muchos mecanismos contra el cáncer. Así, por ejemplo, es capaz de activar proteínas reparadoras del ADN cuando éste ha sufrido algún daño. Investigaciones anteriores han demostrado que, cuando el p53 sufre una mutación, contribuye a la transformación de células sanas en células cancerosas, porque desactiva genes que normalmente detienen el crecimiento de células nuevas. El p19 es un gen clave ya que evita la descomposición de la proteína del gen p53. De esta forma, el organismo puede reprimir el crecimiento celular e impedir la formación de tumores. Los investigadores que participaron en este nuevo estudio hallaron un gran conjunto de nuevos genes implicados en la aparición del cáncer. Dichos genes no se habían captado en estudios anteriores. Un ejemplo de tales genes es el de aquéllos capaces de detener el crecimiento tumoral. Las células cancerosas de los humanos con frecuencia contienen muchas mutaciones que no están relacionadas con el crecimiento del cáncer (es decir, no son las causantes), sino que se producen por un incremento en los índices de mutación en las células del cáncer y son «pasajeras». En opinión de los investigadores, distinguir entre las mutaciones causantes y las «pasajeras» constituye el reto en los estudios sobre los genes del cáncer en humanos. «La ventaja que presenta la aplicación de nuestro sistema en ratones radica en que, a diferencia de cuando se aplica en los tumores humanos, que contienen normalmente muchos tipos de alternancias genéticas, las mutaciones causantes de dichos tumores en los ratones se pueden localizar y estudiar con facilidad», explicó el Dr. Adams. «Estos estudios son complementarios a los análisis de los cánceres humanos y los enriquecen.» Para llevar a cabo el estudio se emplearon recursos computacionales y de secuenciación de gran rendimiento, los cuales se hallaban en el Sanger Institute. Gracias a estos recursos, los investigadores contaron con los medios para poder identificar posibles genes del cáncer nuevos en ratones. Seguidamente, los investigadores compararon sus datos con datos pangenómicos sobre el cáncer humano obtenidos por el proyecto Cancer Genome del Sanger Institute. Con este trabajo los investigadores lograron dilucidar el modo en que los genes localizados podrían tener relevancia en la formación del cáncer en humanos.
Países
Países Bajos, Reino Unido