El proyecto OMEGA desarrollará redes domésticas de un gigabit fáciles de usar
Gracias a un proyecto de investigación europeo recién comenzado, pronto podrían convertirse en realidad las redes domésticas para acceder a servicios de gran banda ancha y contenidos a velocidades de transmisión de un gigabit por segundo. El proyecto OMEGA, financiado con fondos comunitarios, reúne a veinte socios europeos de la industria y el mundo académico que comparten el objetivo de desarrollar una norma mundial nueva para redes domésticas de banda ancha ultrarrápida que alcanzará un gigabit por segundo sin necesidad de instalar cables nuevos en los hogares. Actualmente, las redes domésticas adolecen de que muchos dispositivos bien están limitados a velocidades de transmisión inalámbrica de 54 megabits por segundo, bien requieren de un engorroso cableado para aumentar la velocidad. Así, estas redes domésticas tan extendidas están en riesgo de convertirse en cuellos de botella: aunque estén conectadas a redes de acceso óptico de alta velocidad, ofrecen sólo velocidades de transmisión de 100 megabits por segundo o más, tanto de subida como de bajada. El proyecto OMEGA recién comenzado se propone subsanar estas limitaciones incrementando la velocidad hasta un gigabit por segundo y conectando los dispositivos domésticos a Internet y entre sí mediante la red eléctrica y conexiones sin cables. Esto pondrá fin a las limitaciones de cobertura y a la gran cantidad de cables, con objeto de dar al usuario acceso a servicios avanzados de información y comunicación en cualquier punto de su hogar. Entre los servicios buscados podría haber servicios de entretenimiento de nueva generación como la telepresencia, los juegos en 3D, la interactividad mejorada, la realidad virtual, el vídeo de alta definición, así como servicios y aplicaciones de salud electrónica para el intercambio de contenidos multimediáticos o de negocios generados por el propio usuario. De hecho, OMEGA se propone conseguir que el acceso a estos servicios que requieren una gran amplitud de banda sea tan normal y cómodo como obtener agua del grifo. «La obtención de servicios de información, negocios y ocio a través de la red doméstica se dará por supuesta, como el suministro de electricidad, agua o gas», afirmó Jean-Philippe Javaudin, coordinador del proyecto OMEGA en Orange Labs, de France Telecom. Para llegar a ese punto, en OMEGA desean no sólo incrementar las velocidades de transmisión, sino también que la nueva generación de redes domésticas resulte fácil de instalar y usar para el usuario común. Para disponer de conectividad inalámbrica en el hogar, la red doméstica de OMEGA conjugará conexiones ópticas de espacio libre y por frecuencia de radio del orden de un gigabit con las comunicaciones por la red eléctrica, creando así un eje de comunicaciones sin necesidad de más cables. «El usuario no tendrá que instalar más cables para adoptar la red doméstica de un gigabit», explicó Martial Bellec, gerente técnico de OMEGA en Orange Labs, de France Telecom. En el núcleo de este sistema nuevo hay una capa de control de acceso al medio (MAC). Dicha capa controla la red de un gigabit de tecnologías múltiples y proporciona servicios así como conectividad a un número indefinido de aparatos en cualquier estancia de la vivienda. Además, esta capa de MAC permitirá que el servicio «siga» al usuario de un aparato a otro. Para que su plan se materialice, en el proyecto OMEGA tendrán que afrontar retos técnicos considerables en los ámbitos de las tecnologías inalámbricas ópticas y de radio, el diseño de protocolos y las arquitecturas de sistemas. OMEGA es un Proyecto Integrado cofinanciado por la UE mediante su Séptimo Programa Marco (7PM). Funcionará durante tres años, desde enero de 2008 hasta diciembre de 2010.