La comprensión de la evolución de los virus aporta pistas para el desarrollo de nuevos tipos de fármacos
Los virus han aprendido a identificar la mejor forma de invadir las células humanas a lo largo de millones de años de evolución. Lo hacen empleando proteínas humanas intracelulares clave en su propio beneficio. El proyecto MIMESIS, financiado con fondos europeos, se ha basado en este conocimiento para desarrollar una nueva manera de identificar fármacos contra enfermedades. «Pensamos que, si podemos comprender cómo funciona, quizás podamos encontrar nuevas formas basadas en células huésped para hacer frente a los virus en lugar de utilizar antivirales directos», explica el doctor Jacky Vonderscher, director general y cofundador de ENYO Pharma de Lyon, Francia. Esto se intentó con la gripe. «Descubrimos una familia de proteínas humanas muy interesante denominadas proteínas NEET. Cuando las bloqueamos, el virus de la gripe deja de replicarse en esas células». Centrados en la célula huésped Según afirma el doctor Vonderscher: «Centrarse en las proteínas de la célula huésped es una técnica muy innovadora, porque la modulación de las funciones del huésped imitando a los virus puede resultar útil no solo contra virus, sino también contra bacterias y otros tipos de enfermedades». El equipo descubrió un pequeño modulador de moléculas de esta familia de proteínas NEET que resulta interesante en enfermedades metabólicas como la diabetes, y también en relación con la oncología. La perspectiva de una aplicación más amplia significa que este enfoque basado en la célula huésped hasta entonces inexplorado podría ser un punto de partida determinante para descubrir fármacos que traten muchas enfermedades desatendidas o en las que las necesidades de tratamiento todavía no se han satisfecho. Además, ayuda a diversificar los instrumentos terapéuticos para contrarrestar la aparición de cepas resistentes a medicamentos. Biblioteca de pares proteínas humanas-péptidos virales La financiación de la Unión Europea ayudó a ampliar el método. En primer lugar, el proyecto desarrolló una biblioteca única de cientos de pares peptídicos (proteínas virales y bacterianas que se enlazan con proteínas humanas) y después investigaron unas 10 000 de las pequeñas sustancias químicas derivadas de los péptidos empleando ensayos funcionales «para ver si son activas contra cuatro virus y dos otras enfermedades», comenta el doctor Vonderscher. Los virus eran: la gripe, el virus sincitial respiratorio (VSR), que es una enfermedad respiratoria peligrosa en bebés y niños; el virus Zika, que puede provocar malformaciones congénitas como la microencefalia, o cabeza y cerebro pequeños; y el rinovirus humano, que causa el resfriado común. «Buscamos la célula que iba a ser infectada por el virus y comprobamos si nuestra herramienta bloqueaba o no la infección», aclara. El equipo investigó algunos virus y también estudió bacterias, como la bacteria de la tuberculosis (TB). «Sabemos que durante la evolución, en cierto momento, todos estos microbios utilizan el mismo tipo de metodología o vía», comenta. Además, se investigaron las células que intervienen en la muerte celular inmunogénica en el cáncer de mama triple negativo. Identificaron un número sin precedentes de moléculas activas. «Tuvimos una tasa de acierto de entre el 5 y el 15 %, que es una tasa extraordinaria y un historial de éxito increíble». Normalmente la tasa de acierto de investigaciones de millones de compuestos es inferior al 1 %. La investigación detectó quince moléculas activas en total. «De estas, actualmente estamos seleccionando moléculas de partida con potencial terapéutico para el VRS, Zika y TB y, seguidamente, empezaremos a optimizar las moléculas para que sean más potentes», detalla el doctor Vonderscher. Además, se desarrollarán otras con socios, dado que algunas empresas farmacéuticas ya han manifestado su interés en este método innovador.
Palabras clave
MIMESIS, salud, fármacos, moléculas, diabetes, inmunología, cáncer de mama, oncología, evolución, virus, bacterias, virus del Zika, gripe, resfriado común, VSR, enfermedad respiratoria