Nuestros antepasados seguían las lluvias saharianas
Si los humanos modernos tomamos todas las precauciones para evitar la lluvia y gravitar en torno al Sol, nuestros antepasados ponían sumo cuidado en seguir las lluvias del Sahara. Es el resultado de una investigación alemana, publicada en la revista Science. La abundancia que en aquél entonces se vivía en lo que es hoy el Sahara proporcionó a los primeros humanos las habilidades para desarrollar avanzadas técnicas de cultivo y las primeras muestras de civilización. De los resultados de la investigación se desprende que la competencia por unos recursos escasos, como el agua, ha sido un factor determinante de la historia de la Humanidad, como bien demuestran muchos de los conflictos actuales. "Incluso las guerras actuales como la de Darfur tienen causas de deterioro ambiental. En este sentido, las cosas no han cambiado demasiado", dijo a la BBC el doctor Stefan Kröpelin, de la Universidad de Colonia y coautor del informe. "La ancestral lucha por la comida, el agua y los pastos sigue siendo un problema acuciante en la zona del Sahara. Es un proceso tradicional que se remonta en el tiempo a hace miles de años". El grupo estudió varios asentamientos olvidados del Sahara, en lo que es hoy una zona demasiado calurosa y árida para soportar la vida. El estudio de 150 puntos repartidos en todo el Sahara oriental, entre Egipto, Sudán, Libia y Chad, llevado a cabo en los últimos 30 años permitió descubrir que hubo un tiempo en que era una zona de lluvias torrenciales. Hace unos 10.500 años, el Sahara se abrió a la vida, estando las intensas lluvias en el origen de lagos, ríos y una abundante vida salvaje. Los asentamientos proporcionaron a los humanos de la época los recursos necesarios para desarrollar técnicas de ganadería y alfarería. Tan repentinamente como habían comenzado, las lluvias se alejaron, hará unos 6.000 años. El déficit hídrico condujo a la población hacia el Nilo, Sudán y otras regiones del continente africano. "El Valle del Nilo fue una zona virgen hasta que la sequía hizo imposible la vida en el Sahara egipcio", comentó el doctor Kröpelin. Ahora bien, los humanos ya habían cambiado; disponían de avanzadas técnicas agrícolas y de aprovechamiento del mundo que les rodeaba. "Llevaron con ellos los conocimientos adquiridos. Así, la domesticación del ganado nació en el Sahara húmedo y se fue trasladando al resto del continente", explica. Resumiendo, nuestros antepasados renunciaron a la caza y la recolección para inventar una sociedad agrícola mucho más avanzada. No hay que restar importancia a los efectos de esta civilización, cuyas técnicas se perfeccionaron en el Nilo. "El desplazamiento hacia el sur de la frontera del desierto contribuyó a la aparición de la civilización faraónica en el valle del Nilo y potenció la difusión del pastoreo por todo el continente, y sigue afectando hoy en día al África subsahariana", según reza el informe.
Países
Alemania, Egipto, Libia, Sudán, Chad