Nanocápsulas: una opción mejor para el cuidado de la piel
Las nanotecnologías podrían revolucionar la sanidad y las nanocápsulas son un ejemplo claro. Estas cáscaras a nanoescala presentan tamaños minúsculos de entre diez y mil nanómetros y suponen una revolución para la administración de fármacos. El fármaco se coloca en la cavidad de la nanocápsula, la cual está rodeada por una membrana polimérica biocompatible que libera el principio activo a discreción. En el caso del cuidado cutáneo, las nanocápsulas podrían utilizase para tratar afecciones comunes como dermatitis alérgica e irritativa, la piel dañada por el sol o la pigmentación de la piel. Pero antes de utilizar productos que contengan activos nanoencapsulados, es necesario desarrollarlos, probarlos y validarlos, que es precisamente la función del proyecto PEPTICAPS, financiado con fondos europeos. Según declara el doctor Damien Dupin, coordinador del proyecto PEPTICAPS: «Nuestro objetivo fue facilitar el empleo de nanocápsulas en productos cosméticos y para tal fin mostramos que los nanomateriales bien diseñados son seguros y el valor añadido que puede ofrecer la nanotecnología a los productos ya a la venta. Gracias a nuestro trabajo, PEPTICAPS se considera un ingrediente cosmético inteligente, seguro y nuevo». Nanocápsulas que sienten la piel En el transcurso del proyecto, sus investigadores desarrollaron y validaron una nueva familia de nanocápsulas seguras y que responden a estímulos, diseñadas para portar principios activos frágiles y naturales, como por ejemplo vitaminas y extractos. Estas nanocápsulas se incorporaron en, por ejemplo, cremas cosméticas. Cuando se extiende la crema en la piel, la tecnología de PEPTICAPS aprovecha los cambios inducidos por la piel dañada (como cambios en el pH y la presencia de enzimas) para liberar los ingredientes activos de las nanocápsulas allí donde la piel más lo necesita. A diferencia de la tecnología de liposomas tradicional que carece de un sistema de liberación controlado, PEPTICAPS, gracias a su membrana polimérica inteligente, adapta la liberación activa del principio activo de forma personalizada», afirma el doctor Dupin. Además de las propias nanocápsulas, los investigadores del proyecto desarrollaron una nueva herramienta de «software» para predecir la toxicidad de nanomateriales basados en polímeros. El doctor Dupin explica: «Ya existen herramientas similares, pero suelen estar enfocadas a partículas inorgánicas. Por vez primera, la herramienta se ha adaptado a nanomateriales poliméricos, una adaptación que influirá en gran medida en el futuro desarrollo de este tipo de materiales». De PEPTICAPS a EMISSARY Además de generar una tecnología capaz de tratar mejor afecciones comunes de la piel, el proyecto demostró la posibilidad de producir dicha tecnología a escala industrial y cumpliendo con las normativas cosméticas y de seguridad. «En tan solo tres años hemos logrado pasar de una prueba de concepto a un producto patentado listo para su comercialización», afirma el doctor Dupin. Los miembros del consorcio han creado EMISSARY Cosmetics, una empresa nueva que comercializará los productos desarrollados durante el proyecto PEPTICAPS. La empresa tiene el derecho exclusivo de comercialización de las nanocápsulas con los principios activos desarrollados durante el proyecto y de un servicio completo de encapsulación. «A través de EMISSARY, PEPTICAPS podría sustituir la tecnología de liposomas y, de este modo, crear un estándar de referencia para la encapsulación en el ámbito cosmético, así como ofrecer un producto mejor a los consumidores», concluye el doctor Dupin.
Palabras clave
PEPTICAPS, nanocápsulas, nanotecnología, cuidado de la piel