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Científicos buscan patrones para determinar los signos precoces de alerta del Alzheimer

Un equipo internacional de investigadores, dirigido por Lars Bäckman, del instituto Karolinska de Suecia, examinó los estudios clínicos recopilados durante diez años sobre el Alzheimer con el objetivo de obtener una imagen clara de los problemas cognitivos que padecerán las pe...

Un equipo internacional de investigadores, dirigido por Lars Bäckman, del instituto Karolinska de Suecia, examinó los estudios clínicos recopilados durante diez años sobre el Alzheimer con el objetivo de obtener una imagen clara de los problemas cognitivos que padecerán las personas que sufren esta enfermedad cerebral degenerativa. El estudio, publicado recientemente en la revista Neuropsychology, revela que los enfermos pueden presentar signos precoces que pueden advertir sobre la presencia de esta enfermedad en diferentes ámbitos cognitivos diez años antes de que sea oficialmente diagnosticada. La principal razón del interés de los neuropsicólogos por descubrir la fase preclínica es que comprender la transición del envejecimiento normal a la demencia de Alzheimer es fundamental para entender cómo evoluciona la enfermedad. Además, si los científicos identifican con éxito los individuos que tienen riesgo de padecerla con antelación, se podrá aplicar un tratamiento más efectivo. Investigadores del instituto Karolinska y del centro de investigación de gerontología de Estocolmo colaboraron con el instituto Max Planck para el desarrollo humano y la universidad de Florida del sur en el examen de 47 estudios de revisión paritaria publicados entre enero de 1985, el año que marca la introducción de criterios más sistemáticos y fiables para el Alzheimer, y febrero de 2003. Los estudios incluían historiales médicos de 1.207 personas con Alzheimer preclínico, quienes después desarrollaron la enfermedad y 9.097 controles de personas que permanecieron sanas. Los análisis demuestran que en todos los estudios, las personas en la fase preclínica mostraron un notable déficit preclínico en la capacidad cognitiva general, la memoria episódica, la velocidad de percepción y el funcionamiento ejecutivo; junto con mermas menores de las facultades verbales, la capacidad visuoespacial y la atención. No existía perjuicio preclínico en la memoria primaria. Según los autores, la naturaleza generalizada de la enfermedad concuerda con recientes observaciones que apuntan a que múltiples estructuras y funciones cerebrales se ven afectadas mucho antes de que se diagnostique el Alzheimer. Aunque señalan que los déficits observados en el Alzheimer preclínico se asemejan bastante a los del proceso normal de envejecimiento, con disfunciones de la memoria episódica, la función ejecutiva y la velocidad cognitiva. El autor principal Lars Bäckman dice, sin embargo, que estos problemas se agravan en los que acaban diagnosticados de demencia. Según él, no existen diferencias claras cualitativas en los modelos de discapacidad cognitiva entre una persona normal de 75 años y otra con Alzheimer preclínico, lo que representa obviamente un reto para un diagnóstico precoz preciso. El estudio apoya también la creciente teoría de que el periodo preclínico del Alzheimer se caracteriza por un brote temprano seguido de una relativa estabilidad de unos años antes de ser diagnosticado, que es cuando el funcionamiento se deteriora en picado. Bäckman y sus colegas apuestan por un enfoque con múltiples variables para determinar la fase preclínica del Alzheimer, el cual ayudará a los médicos a predecir con mayor precisión la probabilidad de padecer la enfermedad. La investigación reveló también otras pautas interesantes, por ejemplo, que la gente menor de 75 años en general padece una vulneración de sus capacidades mucho más acentuada cuando se manifiesta la enfermedad que en los mayores de 75 años. Se percibieron daños incluso mayores en pacientes diagnosticados en periodos más cortos (menos de tres años). Estos resultados sugieren que la disfunción preclínica es mayor cuando se manifiesta en jóvenes y progresa con mayor rapidez, debido a una mayor propagación de la enfermedad y a las lesiones más graves que sufre el cerebro.

Países

Alemania, Suecia

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