Un método de realidad virtual para la interacción social
La tendencia de las personas a imitar posturas y gestos durante las interacciones sociales se conoce como mimetismo conductual. Comúnmente se cree que ser imitado llevará a gustar y confiar más en el imitador, pero no se conocen los mecanismos neuronales que detectan la imitación. Estudio de la interacción social El proyecto INTERHYTHM, con una beca de investigación individual Marie Skłodowska-Curie, fue diseñado para abordar cómo los efectos de la mímica son moldeados por los factores de movimiento que conforman la «danza interpersonal de la comunicación», como el tiempo y la similitud de las acciones, tanto a nivel conductual como neural. El proyecto utilizó la realidad virtual (RV), el seguimiento del movimiento y la espectroscopia funcional de infrarrojos cercanos (fNIRS) para examinar cómo responden los participantes a la imitación. . «Queríamos investigar la capacidad única de los seres humanos para navegar en nuestro mundo social», explica la coordinadora del proyecto, la profesora Antonia Hamilton. Hasta hace poco, las limitaciones metodológicas inherentes a la naturaleza de la interacción social han dificultado el estudio de la coordinación interpersonal. Sin embargo, gracias a nuevos avances tecnológicos, la investigadora de INTERHYTHM, la doctora Alexandra Georgescu, decidió estudiar este fenómeno combinando métodos conductuales y de neuroimagen: la RV, el seguimiento del movimiento y la fNIRS. Según explica la doctora Georgescu: «La RV puede simular escenarios naturalistas y complejos del mundo real, pero ofrece una manipulación sistemática y un control experimental estricto. Además, usando el seguimiento de movimiento concurrente, podemos aplicar estímulos contingentes y elementos interactivos en el escenario de la RV». Metodología de fNIRS innovadora Los paradigmas de la neuroimagen son bastante limitados en términos de cuánto permiten a los participantes comprometerse con un estímulo social y los participantes tienen restringidos los movimientos que pueden hacer para prevenir artefactos en el registro de datos neuronales. Sin embargo, la fNIRS es una técnica de neuroimagen que es mucho menos susceptible a los artefactos de movimiento en comparación con otros métodos. Esta utiliza luz infrarroja cercana para controlar la actividad cerebral midiendo los cambios en la concentración de hemoglobina, lo que proporciona una estimación de la oxigenación y los cambios hemodinámicos asociados con la actividad cerebral. La tecnología es portátil y ligera, y ofrece un medio atractivo para controlar una amplia gama de tareas cognitivas como la interacción social. El proyecto se basó en los datos de neuroimagen existentes para la imitación que apuntan hacia sistemas de neuronas espejo, regiones cerebrales para el autoprocesamiento y sistemas relacionados con las recompensas. Los resultados de dos experimentos de fNIRS muestran que el lóbulo parietal inferior, una región implicada en la diferenciación autodistinguida, interviene durante el procesamiento de las manipulaciones sistemáticas de los factores. El paradigma podría utilizarse en el futuro para investigar estos procesos en personas con trastorno del espectro autista (TEA), que es una afección del neurodesarrollo que afecta las habilidades de comunicación y sociales. Además de sentar las bases para adoptar paradigmas más naturalistas en el estudio de la interacción social, INTERHYTHM ayudará a formular una mejor teoría científica sobre cómo entendemos y respondemos a los demás. La profesora Hamilton considera que esto «tiene beneficios para muchos ámbitos, como la ayuda a niños con problemas de interacción social y la mejora del aprendizaje por imitación». A largo plazo, la información generada durante el proyecto podría ayudar a construir mejores robots sociales para interactuar con las personas.
Palabras clave
INTERHYTHM, realidad virtual (RV), espectroscopia funcional de infrarrojos cercanos (fNIRS), coordinación interpersonal, trastorno del espectro autista (TEA), cognición espacial, control motor
