Avanzando hacia un mercado común europeo del biometano
El biometano es un gas de origen natural derivado de materia orgánica fresca y se considera una buena fuente de energía renovable, disponible en todo el mundo. Asimismo, se valora como una alternativa ecológica creíble para los combustibles fósiles: durante su producción se elimina gran parte de los gases tóxicos que, en caso contrario, se emitirían a la atmósfera mediante los procesos de descomposición orgánica. Habiendo reconocido el potencial del biometano para diversas necesidades energéticas, varios países europeos han creado registros nacionales de biometano para auditar a los productores y garantizar que se documenten debidamente los volúmenes inyectados. El proyecto financiado con fondos europeos BIOSURF ha ampliado esta solución administrativa a toda Europa, permitiendo movimientos transfronterizos de biometano a través de la infraestructura europea de gas natural. Valoración del impacto económico y ecológico BIOSURF realizó estudios nacionales e internacionales de materias primas disponibles para la producción de biogás y biometano. El proyecto estudió el potencial de especies vegetales de cultivo ricas en almidón, residuos animales, otros materiales residuales orgánicos, residuos y cultivos intermedios en Austria, Francia, Alemania, Hungría, Italia y el Reino Unido. Descubrieron que la materia prima más adecuada para un mayor uso como biogás/biometano eran los cultivos ricos en almidón (excepto en Francia), los excrementos animales y la paja. El equipo investigó el impacto de las vías actuales, así como potenciales, para estas materias primas. El trabajo rastreó la cadena de valor desde la producción a la utilización, basándose en las características territoriales, físicas y económicas de diferentes ámbitos de utilización, como el biocarburante para transporte, la generación de electricidad, la calefacción y la refrigeración. Significativamente, el proyecto también comparó y fomentó las prácticas de comercio transfronterizo, certificación, etiquetado y registro de biometano en Europa para facilitar la cooperación entre los países socios implicados. Una colaboración transfronteriza eficaz podría contribuir a hacer realidad la visión del proyecto de lograr que el biometano producido en una gran granja de animales rumana se utilice como combustible renovable en los autobuses de los Países Bajos. Para que esto ocurra se debe establecer una red de registros nacionales de biometano que realice las tareas administrativas y debe emplearse la red actual de gas natural para la distribución de biometano a los consumidores. Optimización de la trazabilidad, los criterios medioambientales y las normas de calidad La sostenibilidad de la producción de bioenergía a gran escala ha sido cuestionada desde algunos círculos que afirman que da lugar a una producción agrícola intensificada, monocultivos, unos procesos de conversión de biomasa ineficientes y cambios en el uso de la tierra que contrarrestan los efectos medioambientales positivos. Para evitar esta situación, la Directiva sobre fuentes de energía renovables (DER) de la Unión Europea (UE) introdujo criterios de estabilidad que estipulan que, hasta 2018, los biocarburantes y biolíquidos deben generar como mínimo un 60 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero que las fuentes de combustibles fósiles. Tal como explica el coordinador del proyecto, el señor Stefano Proietti, «el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el biometano es problemático; en consecuencia, para evitar incertidumbres, BIOSURF propuso un cálculo conforme tanto con el marco de la Directiva sobre fuentes de energía renovables de la UE como con el régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE) de la UE». En sus esfuerzos por mejorar la rentabilidad del biometano, BIOSURF analizó la posible contribución del mecanismo de certificación de CO2, creado para mejorar la transparencia en relación con las emisiones, en la reducción de la brecha entre los gastos de producción del biometano y los combustibles fósiles como el gas natural. Además, dado que el uso de lodos/estiércol para la producción de biometano puede reducir considerablemente las emisiones, el proyecto estudió cómo se podrían monetizar las reducciones de emisiones en el sector agrícola en el marco del RCDE UE mediante su sistema de cuotas de emisiones y permisos que los contaminadores podrían comprar y vender. Al cuantificar las reducciones de las emisiones de biometano y contrastarlas con sus costes de producción y sostenibilidad, el proyecto logra una mejor comprensión de cómo fomentar su utilización. Tal como resume el señor Proietti, «el trabajo de BIOSURF de registrar y certificar el biometano pronto debería permitir su producción y distribución a consumidores de cualquier punto de Europa a través de la red de gas natural, avanzando así hacia una Europa más saludable, más limpia y más sostenible». Para progresar hacia ese objetivo, el proyecto recopiló una lista de recomendaciones políticas que podrían mejorar la sostenibilidad de los suministros de materias primas, el uso de residuos biogénicos y el comercio de biometano en su conjunto. Además, ha comenzado a desarrollar un mercado del biometano que, hasta la fecha, abarca a Austria, Francia e Italia.
Palabras clave
BIOSURF, biometano, biogás, energía, emisiones, gases de efecto invernadero, cambio climático, combustibles fósiles, registro, certificación, renovable, materias primas