Malta: un caso práctico sobre el auge y la caída de las civilizaciones
Tal y como ha revelado el revolucionario proyecto Fragsus (Fragility and sustainability in restricted island environments: adaptation, cultural change and collapse in prehistory), los humanos llegaron a Malta como mínimo setecientos años antes de lo que pensábamos hasta ahora. «Malta experimentó dos o tres episodios de colonización, posiblemente con lagunas en la ocupación humana de hasta mil años», la profesora Caroline Malone, coordinadora del proyecto de la Queen’s University de Belfast en el Reino Unido. «Esto no se sospechaba hasta ahora. De hecho, se han dedicado muy pocas investigaciones a comprender por qué fracasan o tienen éxito los experimentos coloniales en las islas pequeñas». Este era el principal objetivo del proyecto Fragsus, que ha analizado el impacto de los primeros asentamientos humanos en Malta para evaluar la rapidez de la deforestación, la erosión y la degradación. Los resultados han despertado un gran interés en Malta, cuya economía depende en gran parte del turismo. Podrían impulsar la conservación de lugares de un valioso patrimonio en las islas muy urbanizadas y pobladas. Más de un cuarto de las islas se encuentra ya bajo una capa de hormigón. El proyecto ha contado con la participación de una centena de estudiantes para los trabajos de excavación «in situ» y se están realizando cinco doctorados en este marco, lo que garantiza la continuación de los trabajos de Fragsus de cara al futuro. Ahora, un proyecto financiado por las acciones Marie Skłodowska-Curie de seguimiento utilizará los datos del proyecto para comprender mejor el pasado remoto de Malta. Descubrir el pasado de Malta Cuando se colonizó Malta por primera vez, en el sexto milenio antes de Cristo, el paisaje estaba dominado por inmaculados suelos y bosques, pero con el paso de los siglos pasó a quedar desnudo y a verse sometido a un intenso cultivo. En este entorno precario emergió una cultura de los templos que se mantuvo a lo largo de los siglos. «Hay algo en los espacios geográficos reducidos que impulsa la creación de Estados intensos y socialmente complejos», afirma la profesora Malone. «Piensa por ejemplo en Chipre o en la Isla de Pascua». Sin embargo, unos 2 500 años después del primer asentamiento, parece que este sistema socioeconómico peculiar y aislado se derrumbó. «Malta cuenta con una de las arqueologías más distintivas de Europa y nunca ha llegado a apreciarse plenamente», explica la profesora Malone, que lleva más de treinta años dirigiendo excavaciones en las islas. «El rápido aumento de la densidad de población y la riqueza, que fue de la mano de la destrucción del patrimonio y el paisaje de la isla, hace que resulte más importante investigar este caso». El equipo se planteó una serie de preguntas ambiciosas. Por ejemplo, ¿cómo una comunidad isleña de una isla tan pequeña en los tiempos prehistóricos logró mantener una vida compleja a lo largo de milenios? o ¿fueron fundamentales para mantener la vida cultural los templos monumentales? El proyecto Fragsus también ha tratado de identificar los aspectos socioeconómicos o medioambientales al final de la cultura de los templos de la isla que pudieron causar el hundimiento de la sociedad o hacer que esta cambiase de forma drástica. «Hemos abordado estas preguntas a través de estudios arqueológicos y excavaciones, así como mediante excavaciones del terreno para analizar polen e invertebrados de la antigüedad», explica. «El proyecto ha sido un punto de confluencia de ideas. También analizamos datos de la dieta y del ADN de un gran complejo funerario para darle una dimensión humana a los datos arqueológicos». Por último, la datación por radiocarbono ha ayudado al equipo a establecer una cronología sólida del momento y alcance del cambio de las islas. Una pasado frágil y un futuro igualmente frágil Algunos de los hallazgos del proyecto, que finalizó en abril de 2018, pueden observarse en la exposición del Museo Arqueológico Nacional de Malta en La Valeta. Esta exposición representa la ambición del proyecto de aumentar la concienciación sobre el peculiar y poco comprendido pasado remoto de Malta, que en muchos sentidos se ve reflejado en los actuales predicamentos medioambientales de las islas densamente pobladas y urbanizadas. «Esperamos que se transformen los enfoques arqueológicos», afirma la profesora Malone. «Hemos resaltado la importancia de obtener muestras de ADN y hemos demostrado que esto se puede hacer en el sur de Europa, donde anteriormente se pensaba que algo así resultaba imposible debido a los daños ocasionados por el calor». Los resultados del proyecto seguirán publicándose durante un tiempo, y los restos humanos digitalizados podrán utilizarse para otros estudios. «Esperamos que Fragsus tenga un impacto duradero sobre los trabajos de conservación de Malta, y que estos se vean impulsados en el futuro», añade.
Palabras clave
Fragsus, Malta, isla, cambio climático, historia, sociedad, civilización, comunidad, área rural, conservación, arqueología, ADN, cultivo, deforestación, erosión