Una novedosa tecnología de reconocimiento de voz se suma al arsenal jurídico de Interpol
Imagine un delincuente, con la cara oculta, grabado por una cámara de seguridad mientras amenaza a una de sus víctimas. O una conversación telefónica controlada entre un presunto narcotraficante y una persona desconocida que parece estar moviendo los hilos. En tales situaciones, disponer de una tecnología de reconocimiento de voz absolutamente precisa lo cambiaría todo. Aunque el reconocimiento de voz ya se puede presentar como prueba con validez jurídica, todavía existe escepticismo en torno a sus fundamentos científicos. El proyecto SIIP (Speaker Identification Integrated Project), financiado por la Unión Europea, tiene como objetivo despejar estas dudas con un sistema de identificación innovador, probabilístico e independiente del idioma. Este sistema utiliza un novedoso motor de identificación del interlocutor (SID, Speaker-Identification) y un mecanismo global de intercambio de información (GISM, Global Info Sharing Mechanism) para identificar a interlocutores desconocidos que son captados en llamadas interceptadas legalmente, en escenarios de delitos o atentados terroristas grabados, en los medios sociales y en cualquier otro tipo de fuente de voz. El punto fuerte de SIIP radica en la fusión de varios algoritmos de reconocimiento de voz relacionados con el modelo de interlocutor, su sexo, edad, idioma y acento proporcionados por diferentes proveedores. Esta fusión da como resultado una detección altamente fiable y segura que reduce extraordinariamente los falsos positivos y falsos negativos. Gracias a esta tecnología, las fuerzas del orden pueden superar los dos principales retos a los que se enfrentaban hasta ahora: el problema de la evasión, que consiste en el uso de identidades ocultas, falsas y arbitrarias por parte de terroristas y delincuentes en conversaciones telefónicas o a través de Internet; y la dificultad para identificar una conversación desconocida en una llamada interceptada legalmente de un interlocutor conocido. Una vez grabada la conversación, SIIP permitirá identificar a los interlocutores comparando sus voces con los metadatos enriquecidos de diversas fuentes y permitirá asimismo intercambiar la información con fuerzas del orden de todo el mundo a través de Interpol. De este modo, los agentes de las fuerzas del orden pueden recopilar información valiosa para prevenir un delito o actividad terrorista, resolverlo si ya se ha producido y utilizar la identificación de voz como una herramienta preforense con el fin de crear pruebas para los jueces. El sistema ya ha sido demostrado por los propios socios y a la vez usuarios finales del proyecto en casos reales, por ejemplo, en la identificación de interlocutores en medios sociales y el intercambio de información entre usuarios. El consorcio indicó que la respuesta fue verdaderamente positiva, hasta el punto de que SIIP podría sumarse a otras bases de datos biométricas centrales de Interpol, como las de huellas dactilares, rostros y ADN. Esto no solo potenciaría la actividad mundial de intercambio de información de Interpol entre sus ciento noventa Estados miembros, sino que también mejoraría y agilizaría la labor de investigación. Aunque el proyecto finaliza en abril de 2018, la fase de desarrollo de SIIP ha finalizado y el consorcio afirma que el sistema estará listo para comercializarse «en muy poco tiempo». La Unión Europea e Interpol deberían asignar un presupuesto para crear una empresa derivada a la que respaldar y promover oficialmente. Dicha empresa derivada se encargaría del marketing y las ventas, la adaptación a las necesidades específicas de los clientes, el mantenimiento y los desarrollos futuros.
Palabras clave
SIIP, reconocimiento de voz, Interpol, identificación de interlocutores, fuerzas del orden