Una guía para fomentar la innovación en Europa
En los últimos años, se ha producido un profundo cambio en las características industriales de la innovación. Actualmente existe un abanico más amplio de planteamientos e instrumentos versátiles en los que apoyarse, tales como la innovación abierta, las colaboraciones público-privadas, la producción colectiva o las redes sociales. A pesar de que estos son capaces de crear ecosistemas dinámicos de innovación, también pueden suponer un escollo para los instrumentos políticos tradicionales en la materia. El proyecto financiado con fondos europeos IIT (Industrial Innovation in Transition) se puso en marcha con el objetivo de analizar los nuevos procesos y prácticas de gestión adoptados por las empresas de distintos sectores en Europa. Asimismo, el consorcio examinó los marcos políticos a nivel nacional y europeo a fin de desarrollar un conjunto exhaustivo de directrices sobre buenas prácticas. Comprender el «ADN» de la innovación en la actualidad El equipo de IIT entrevistó a setecientas empresas de once países y llevó a cabo una encuesta independiente que recabó más de cuatrocientas respuestas, para posteriormente comparar los resultados. Se seleccionaron cinco sectores industriales, concretamente, el biofarmacéutico, el manufacturero y los de la agroalimentación, las TIC y las tecnologías limpias. El profesor Erkki Ormala explicó los motivos para elegir estos sectores en particular, aduciendo que «cubren un amplio espectro de modelos de negocio y tradiciones que, en conjunto, representan a gran parte del tejido industrial europeo». A fin de ilustrar los mecanismos que subyacen a los procesos de innovación en la práctica, el consorcio emprendió un análisis en profundidad de diez estudios de caso. «La siguiente tarea era ingente, ya que se trataba de codificar los datos recopilados de manera que pudiésemos obtener resultados verdaderamente comparables y fiables», apuntó el profesor. La complejidad de esta labor estribaba en parte en la necesidad de clasificar adecuadamente las empresas en los distintos sectores. Así, aunque las tecnologías limpias no son un sector tradicional, por su condición de industria emergente, el equipo estimó oportuno incluirlas en su taxonomía. Se creó una base de datos abierta que incluye todos los datos de investigación, previamente codificados y anonimizados. Los socios también elaboraron un conjunto de herramientas que ofrecen una descripción detallada del proceso de investigación con instrucciones de codificación y análisis. Los científicos que trabajan en este campo podrán pues utilizar los datos para realizar nuevos análisis. Por otra parte, se brinda a los responsables de la formulación de políticas en materia de innovación la posibilidad de repetir el estudio y comparar sus hallazgos con otras experiencias europeas. El profesor Ormala sugirió que «este tipo de estudio debería llevarse a cabo periódicamente para realizar un seguimiento de los cambios en los procesos de innovación y actualizar las políticas en consecuencia». Tres países más han expresado ya su interés en realizar un estudio de estas características. Del análisis a las recomendaciones Cabe destacar que uno de los resultados del proyecto IIT es una guía de buenas prácticas para ayudar a las empresas europeas a mejorar sus resultados de innovación. Los hallazgos incluyen además una relación de los obstáculos más importantes para la innovación, así como una serie de recomendaciones sobre cómo eliminarlos, a nivel tanto nacional como europeo. Los problemas para acceder al mercado, la obtención de financiación de riesgo, los instrumentos de financiación de iniciativas de investigación, desarrollo e innovación o las discordancias entre las políticas y el marco normativo son buenos ejemplos de los retos existentes a escala europea. Entre los escollos en clave nacional se incluyen el importante déficit de competencias, la ausencia de innovación abierta y de una colaboración efectiva entre las esferas pública y privada y las restricciones en materia de financiación. Este proyecto ya ha dejado su impronta. Por ejemplo, se han celebrado seminarios de alto nivel con responsables de la elaboración de políticas de varios países, y la Comisión de la Unión Europea ha organizado un seminario interno para estudiar cómo pueden aplicarse estos hallazgos para mejorar el panorama de la innovación en Europa. En efecto, a resultas de esta iniciativa, se han modificado los paquetes de políticas de fomento de la innovación en algunos Estados miembros, como Finlandia. «Ahora contamos con más información empírica sobre los retos a los que se enfrenta la industria europea en los ámbitos de la innovación, el crecimiento y el empleo. Nuestro estudio también es importante para el diseño del Noveno Programa Marco y la planificación de investigaciones orientadas a objetivos específicos», concluyó Ormala.
Palabras clave
Innovación, competitividad, innovación abierta, colaboraciones público-privadas, producción colectiva, medios sociales, obstáculos, modelos de negocio, acceso al mercado, marco normativo, investigación y desarrollo