Un «bicho» que devora la basura marina
Actualmente, se calcula que en los océanos del mundo se han acumulado más de 150 millones de toneladas de plástico, cantidad que aumenta en 4,5 millones de toneladas cada año. El aspecto más problemático es que estos desperdicios se descomponen en micropartículas que son ingeridas por las criaturas marinas y, a continuación, se introducen en la cadena alimentaria. Ahora, desde el proyecto europeo SEA LITTER CRITTERS se propone una solución para limpiar esa basura marina. Sus responsables han realizado un estudio de viabilidad que se centró en el atractivo comercial que tendría un barco automático de recogida de residuos que han denominado «Sea Litter Critter» (literalmente, en inglés, «bicho para la basura marina») y que no sólo recoge la basura, sino que además la trata a bordo. Ilaria Schiavi, coordinadora del proyecto, relató que la idea de construir este dispositivo surgió al observar a un barco de recogida de basura marina mientras funcionaba en un complejo turístico en Italia: «Su coste lo había sufragado una asociación local de turismo a quienes inquietaba que la suciedad de las playas redujera la llegada de visitantes, pero, por su elevado coste, el barco solo podía utilizarse cuando hubiese una cantidad notable de desperdicios». De este modo, IRIS, una empresa tecnológica pequeña radicada en Turín (Italia), tuvo la idea de emplear sus conocimientos científicos en tecnología de plasma para ofrecer una solución más satisfactoria. Si se aplica plasma (es decir, un estado de la materia de gran energía y a temperatura muy elevada), se puede descomponer por completo los residuos sólidos sin riesgo de que se emitan dioxinas y furanos, los cuales sí que se forman con otros métodos de tratamiento de residuos por combustión. El elemento fundamental de SEA LITTER CRITTERS es el pirolizador a pequeña escala de IRIS (cuya patente está en trámites), que aplica un tratamiento térmico a residuos sólidos y los transforma en gas de síntesis, una mezcla de hidrógeno, monóxido de carbono y metano y un residuo que se puede reciclar como ingrediente para obtener hormigón o como material para construcción de carreteras. El gas de síntesis podría aprovecharse para producir electricidad o como combustible para el motor del propio barco. Actualmente no es posible construir un dispositivo totalmente automático y sin tripulación por las limitaciones normativas y tecnológicas existentes, pero Schiavi señala que «Nuestra ambición es que, cuando se consiga una navegación plenamente automática, este barco se pueda dejar en funcionamiento día y noche para que absorba la basura marina». En su estudio de viabilidad, el equipo encargó un estudio de mercado específico para averiguar si el dispositivo resultaría atractivo para complejos turísticos costeros, ayuntamientos y empresas de acuicultura. Si bien se determinó que la propuesta poseía interés comercial, también se observó que el principal escollo sería la obtención de la inversión necesaria para construir el barco. Schiavi lo aclara así: «Actualmente, la basura marina es un problema para todos, pero nadie quiere asumir el coste de limpiarla, mientras que la legislación tampoco determina de quién es la responsabilidad». Por eso Schiavi matiza que el mercado para este dispositivo empezaría a crecer si se modificase la normativa vigente. «La Unión Europea está muy activa en este tema, porque el problema está alcanzando proporciones tales que probablemente acabe afectando a sectores del continente como el de la pesca. Así que confiamos en que cambie el panorama normativo de manera que se exija la intervención de las autoridades municipales». El equipo del proyecto planea un vehículo marítimo que se pueda ensayar en el plazo de cuatro años y confía en que la eliminación de la basura marina por tratamiento térmico se haga un hueco en el futuro marco de gestión de materiales que no son reciclables o también para afrontar situaciones de emergencia como derrames e inundaciones.
Palabras clave
SEA LITTER CRITTERS, gestión de residuos, estudio de viabilidad, gestión costera, residuos marinos, pirolizador de plasma a pequeña escala, tratamiento térmico, barco automático, contaminación con plástico, micropartículas