La ciencia y la sociedad abordan juntas la innovación social
Construir redes que impulsen el aprendizaje recíproco entre la sociedad y la comunidad científica, con el apoyo de las autoridades políticas, ofrece numerosas ventajas tanto a las comunidades en general como a los individuos en particular. El proyecto SEISMIC (SEiSMiC, Societal engagement in science, mutual learning in cities), financiado con fondos europeos, es una iniciativa dinámica que se afanó en conseguir ese objetivo. A base de involucrar a numerosos agentes urbanos en un esfuerzo por definir las prioridades para la investigación y la innovación, el proyecto trató de atender las verdaderas necesidades de la sociedad a través de una nueva plataforma de diálogo y aprendizaje recíproco. En palabras de Paul Erian, investigador en ingeniería del Instituto de Tecnología de Austria (AIT) y coordinador del proyecto: «Lograr un acercamiento entre la comunidad científica y la sociedad hace que la ciencia sea más accesible y comprensible para la opinión pública. Involucra al proyecto en procesos científicos y muestra que la ciencia puede introducir cambios en el día a día. De este modo, SEISMIC ha contribuido a aclarar conceptos erróneos y malentendidos en relación con la ciencia, habiendo mostrado además que ésta puede servir a la sociedad e impulsar procesos incluyentes que conduzcan a resultados aún mejores. Para alcanzar esta meta tan ambiciosa, el proyecto estableció redes de ámbito nacional en varios países europeos: Austria, Bélgica, República Checa, Alemania, Hungría, Italia, Países Bajos, Suecia, Turquía y Reino Unido. SEISMIC reunió a los grupos de interés pertinentes de cada país, desde organizaciones no gubernamentales hasta movimientos de ciudadanos e innovadores sociales, científicos y autoridades políticas. De esta manera, las redes nacionales articularon un diálogo potente y oportunidades de aprendizaje recíproco involucrando en ello a la ciudadanía y a partes interesadas del ámbito urbano a fin de generar ideas que fueran beneficiosas para la sociedad. En palabras del Sr. Erian: «Los talleres de ámbito local se han diseñado de modo que cualquier interesado pueda participar. Desde las redes se hace un acercamiento activo para involucrar a personas en un debate en torno a la ciudad y sus diversos aspectos». En la práctica, este modo de proceder sitúa los temas de interés urbano en primer plano y da a la sociedad los medios para dar con soluciones innovadoras. Un elemento crucial del proyecto ha sido el Mobilisation and Mutual Learning Action Plan (Plan de acción de movilización y aprendizaje recíproco). Según Erian: «Este plan capacita a las partes interesadas locales para realizar comentarios sobre los temas y cooperar con organizaciones científicas, además de realizar una aportación directa a las cuestiones de investigación urbanística en la UE». Este plan conecta a las personas con las ideas, y además propicia una comprensión más profunda de los retos para las ciudades y del modo de abordarlos. «Conocer el pensamiento de otros europeos y dar a la gente la oportunidad de reflexionar de forma colectiva acerca de la vida en las ciudades de Europa son dos de las ventajas fundamentales de este plan», destaca el Sr. Erian. Ciertamente, el proyecto ha servido para habilitar a personas para que pongan en marcha proyectos e iniciativas en sus respectivas poblaciones. Así, se ha convertido en un foro en el que reunir conocimientos de ámbito local y concretar las necesidades en el plano de la investigación. Las necesidades en el plano social que se decidieron han sido abordadas por la iniciativa de programación conjunta (JPI) Urban Europe, una iniciativa de Estados miembros de la UE que respalda la investigación enfocada a mejorar la sostenibilidad, la resiliencia y la habitabilidad de las ciudades europeas. «Las ideas surgidas del proyecto siguen dando forma a las ciudades de hoy, desde hoteles regentados por inmigrantes hasta una mayor participación de la mujer en el gobierno de los municipios», subraya el Sr. Erian. El amplio espectro de entidades urbanas de la sociedad civil de la decena de países participantes tuvo ocasión de conocer numerosas buenas prácticas en cuanto a innovación social que contribuyen a avanzar en Europa hacia un futuro en las ciudades más incluyente, sostenible y habitable. Aunque el proyecto ya ha finalizado, algunos de los participantes más activos en las redes nacionales de SEISMIC siguen aportando ideas y experiencias a través de la plataforma de participación de grupos de interés Agora de la JPI Urban Europe. Queda así garantizado que los resultados de este proyecto sigan generando beneficios para la sociedad. En definitiva, no cabe duda de que las innovaciones en el plano social cambian a mejor el mundo en el que vivimos, innovaciones que se deben a proyectos como SEISMIC que han ayudado a redefinir la conexión fundamental entre la ciencia y la sociedad.
Palabras clave
Ciencia y sociedad, innovación social, aprendizaje recíproco, urbanismo, necesidades de la sociedad