Un asistente personalizado, completamente interactivo y móvil para un vida independiente
El equipo de este proyecto ha desarrollado un mayordomo móvil personalizado utilizando tecnologías de última generación que garantizarán un uso sencillo para aquellas personas de edad avanzada que quizá no son capaces de desenvolverse bien con los dispositivos tecnológicos. Proporcionará servicios adaptados al contexto y relacionados con la inclusión social, los cuidados, el ejercicio físico y los juegos cognitivos. El Dr. Sven Abels, coordinador del proyecto ALFRED, se muestra entusiasmado con los principales resultados e innovaciones del proyecto. «Con ALFRED hemos conseguido un buen número de resultados tecnológicos importantes, por ejemplo, excelencia en la interacción por voz (lo que permite a los usuarios hablar directamente con el mayordomo ALFRED), juegos serios, almacenamiento de datos y también en otros muchos campos», comenta. Además, su equipo está muy orgulloso de haber logrado encontrar un punto de equilibrio entre el nivel tecnológico y el nivel de usuario. «En muchos casos, los resultados de las investigaciones y los desarrollos técnicos van orientados hacia los amantes de la tecnología», explica el Dr. Abels. «En ALFRED, hemos tenido en cuenta a los usuarios desde el primer momento y estamos manteniendo ocultos todos los aspectos tecnológicos para que los mayores puedan usar ALFRED sin necesidad de comprender los detalles tecnológicos en los que se sustenta nuestra investigación». Un proyecto con cuatro pilares El proyecto en sí está organizado en torno a cuatro pilares que constituyen el marco del asistente virtual de ALFRED. El primer pilar es el asistente de interacción generada por el usuario, que tiene por objetivo conseguir que las personas con problemas de dependencia relacionados con la edad puedan vivir de forma independiente más años gracias a un mayordomo virtual que permite realizar tareas tanto dentro como fuera del hogar. «Esa es básicamente la tecnología central que hace posible la interacción con ALFRED: que los usuarios pueden hablar directamente al sistema, del mismo modo que los usuarios de Apple pueden hablar con Siri, pero de una forma más flexible y comprensible», señala el Dr. Abels. Los usuarios pueden hacer a ALFRED preguntas concretas y dar órdenes; por ejemplo, decirle que cree un listado de las citas próximas. «Esta interacción por voz proporciona a los usuarios una forma de relacionarse con ALFRED sin necesidad de comprender la tecnología», prosigue el Dr. Abels. «Por consiguiente, también resulta idóneo para los usuarios con problemas de visión». El segundo pilar se basa en la interacción por voz y se centra en promover activamente la participación social de las personas mayores sugiriendo y gestionando eventos y otras actividades sociales. Esto se consigue por medio de un perfil de usuario adaptativo que el propio usuario controla en su totalidad. El tercer pilar se refiere a los procesos asistenciales personalizados y consiste en el acceso directo a las principales constantes vitales por parte de los cuidadores (no profesionales), lo que les permite enviar una alarma en el caso de que se produzca una emergencia médica. Por último, el cuarto pilar se centra en la prevención de las discapacidades físicas y cognitivas. Esto se consigue por medio de la integración de juegos serios personalizados con el objetivo de mejorar las necesidades físicas y cognitivas específicas del usuario. Un mercado para ALFRED Uno de los componentes fundamentales del sistema ALFRED es el desarrollo de la plataforma abierta de ALFRED, que permite a otros desarrolladores crear nuevas funciones a través de aplicaciones. Se espera que esta estrategia, compatible con el sistema operativo Android, favorezca el crecimiento de un sector dedicado a la vida independiente y el envejecimiento activo específicamente dirigido hacia las personas mayores. «ALFRED comenzará con un conjunto básico de veinticinco aplicaciones, todas ellas creadas por el equipo del proyecto», apunta el Dr. Abels. «Estas aplicaciones serán muy sencillas y su objetivo es, por un lado, proporcionar una herramienta que los usuarios puedan comenzar a utilizar desde el primer momento, pero también una línea a seguir para los desarrolladores que creen aplicaciones nuevas». Para animar a otros desarrolladores ajenos al proyecto, el equipo ofrece un entorno de tiempo de ejecución flexible que permite una perfecta integración de las aplicaciones en ALFRED, incluidas las funciones esenciales de interacción por voz. Retos y siguientes pasos El Dr. Abels puede afirmar con orgullo que el proyecto se planificó y ha discurrido de un modo que ha permitido a su equipo implementar todas las funciones previstas a tiempo y dentro del presupuesto. No obstante, fue necesario superar una serie de dificultades. «Nos dimos cuenta de que las pruebas con usuarios llevaban algo más de tiempo del previsto, y también que la demanda de poder hablar a ALFRED con naturalidad era aún mayor de la que pensábamos», explica el Dr. Abels. Asimismo, describió cómo se dieron cuenta de que cada usuario interactuaría con ALFRED de una forma diferente, lo que les ha obligado a hacer que el sistema sea lo suficientemente flexible como para gestionar varias formas de pedir el mismo servicio o el mismo dato. Con vistas al futuro, el equipo ha desarrollado un plan de explotación muy completo, ya que cuentan con la oportunidad de participar en la iniciativa Lean Launchpad de la Unión Europea. Muchos socios del proyecto utilizarán también componentes individuales del sistema ALFRED, como los elementos de interacción por voz o los juegos desarrollados en el marco del proyecto. «Tenemos previsto seguir desarrollando ALFRED y actualmente mantenemos conversaciones con nuestros socios para determinar la forma de hacerlo», apunta el Dr. Abels.
Palabras clave
Vida independiente, asistente personalizado, interacción por voz, cuidados a personas mayores, ALFRED, envejecimiento activo, aplicaciones en Internet, participación social
