Las autoridades competentes y la industria alimentaria de Europa fortalecidas para combatir el fraude alimentario
Los altos estándares de calidad y seguridad alimentaria europeos se ven comprometidos debido a casos de fraude y falsificación en la industria alimentaria. El proyecto financiado con fondos europeos FOODINTEGRITY (Ensuring the Integrity of the European food chain) está fomentando la transparencia en la industria alimentaria y proponiendo mejores normas en aras de minimizar el fraude alimentario y garantizar la integridad de la cadena de distribución de alimentos. «Estamos aprovechando técnicas avanzadas como la espectroscopía de resonancia magnética nuclear, la espectroscopía de masas de alta resolución y la secuenciación de nueva generación junto con análisis punteros de macrodatos para lograr los objetivos del proyecto», explica James Donarski, responsable de Autenticidad de Alimentos en Fera Sciencie Ltd, la empresa del Reino Unido que coordina el proyecto. Estrategias de alta tecnología para identificar fraudes alimentarios Los investigadores están empleando herramientas como la contabilidad forense y los registros de auditoria física para identificar casos de fraude, así como las ciencias sociales para dilucidar el impacto que tiene el fraude alimentario en los consumidores. Están estudiando las prácticas empleadas para autentificar alimentos con el fin de determinar dónde es necesario invertir más esfuerzo. «Estamos mejorando el intercambio de datos relacionados con el fraude alimentario mediante el desarrollo de métodos y herramientas que abordarán las necesidades de las autoridades competentes y de la industria alimentaria», afirma el doctor Donarski. El proyecto está proporcionando técnicas punteras para detectar casos de fraude y consolidando un grupo de expertos para informar a las plataformas profesionales de alto nivel en materia de fraude alimentario. «Estamos desarrollando métodos y sistemas de verificación para tres productos alimentarios que se están viendo considerablemente afectados por la adulteración y el fraude, a saber: el aceite de oliva, las bebidas espirituosas y el marisco», revela Donarski. Cortar de raíz la actividad fraudulenta Actualmente, el consorcio está desarrollado diferentes sistemas de alarma temprana que pueden detectar el fraude de una manera proactiva y rentable. «Estos sistemas pueden alertar a los mayoristas y minoristas de alimentos sobre el desarrollo de problemas a nivel mundial y ayudarles a introducir procedimientos de mitigación antes de que sobrevenga una crisis», explica el doctor Donarski. Uno de estos sistemas detecta anomalías, tales como cambios repentinos de precio, problemas socioeconómicos y cambios climáticos, que brindan oportunidades lucrativas para los estafadores. «Un estudio retrospectivo del escándalo de la carne de caballo, por ejemplo, demostró que este sistema habría detectado anomalías en el comercio y los precios de la carne entre tres y siete meses antes de que se destapara el escándalo», resalta el doctor Donarski. Otros sistemas desarrollados pueden analizar bitácoras electrónicas, noticias y revistas de medicina en más de sesenta idiomas diferentes e identificar problemas incipientes en todo el mundo. Otro sistema tiene la capacidad de predecir el tipo de fraude alimentario en base a registros históricos. «Con información clave, como el tipo de alimento y el país de origen, podemos predecir de manera fiable a qué tipo de fraude deberíamos enfrentarnos», añade el doctor Donarski. Un conjunto de herramientas y recursos novedosos FOODINTEGRITY está terminando en este momento una base de datos de código libre y fácil de usar sobre los métodos de detección de autenticidad y fraude. Esta incluye la evaluación de métodos rápidos para aplicaciones industriales basados en la fluorescencia de rayos X, técnicas de imagen hiperespectral, la espectroscopía de ruptura inducida por láser, la espectroscopía de infrarrojo cercano y la espectroscopía de Raman. El proyecto también está llevando a cabo una investigación puntera que incluye estudios para determinar la autenticidad de alimentos complejos utilizando firmas de proteínas, el uso de microsensores y plataformas de tecnologías de la información y la comunicación para garantizar la autenticidad de alimentos «in situ» y el uso de teléfonos móviles inteligentes para detectar sustituciones. El proyecto también ha desarrollado un estudio sobre los consumidores chinos para determinar cómo perciben y compran productos alimentarios europeos, así como recomendaciones para la industria europea que comercializa productos para los consumidores chinos. FOODINTEGRITY mejorará, sin duda, la competitividad de la industria alimentaria y la confianza de los consumidores. Asimismo, contribuirá a un sistema alimentario más consecuente con respecto a cuestiones éticas, de transparencia y responsabilidad. También proporcionará métodos, sistemas y procedimientos «in situ» que garantizarán la calidad, la autenticidad y la seguridad de la cadena alimentaria, lo que fortalecerá el sector agroalimentario europeo en su conjunto.
Palabras clave
FOODINTEGRITY, fraude alimentario, transparencia alimentaria, pescado mal etiquetado, aceite de oliva