Skip to main content
European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS
CORDIS Web 30th anniversary CORDIS Web 30th anniversary
Contenido archivado el 2024-06-18

Responsible Research and Innovation in Business and Industry in the Domain of ICT for, Health, Demographic Change and Wellbeing

Article Category

Article available in the following languages:

Una industria responsable

Muchas empresas tratan de que sus investigaciones e innovaciones beneficien a la sociedad pero, ¿cómo asegurarse de que lo consiguen? El proyecto financiado por la Unión Europea sobre investigación responsable proporcionó una estructura marco para que las empresas puedan realizar evaluaciones comparativas de sus actividades y averiguar cómo pueden mejorarlas.

Muchas empresas diseñan planes y estrategias en áreas como la gestión de riesgos o la igualdad de género porque redundan en beneficio de su negocio. Pero, según argumentó el profesor Bernd Stahl, de la Universidad de De Montfort, «esto no es suficiente para garantizar que el proceso y los resultados de su esfuerzo de investigación e innovación sea socialmente aceptable, deseable y sostenible». Stahl denomina a esta cuestión «investigación e innovación responsables», y la ha convertido en el eje del proyecto financiado con fondos europeos RESPONSIBLE-INDUSTRY (Responsible Research and Innovation in Business and Industry in the Domain of ICT for, Health, Demographic Change and Wellbeing), cuyos integrantes han dedicado los últimos tres años a hallar el modo de integrar esta noción en la infraestructura empresarial. Este proyecto colaboró estrechamente con socios industriales, en particular, con empresas que aplicaban las tecnologías de la información y la comunicación al ámbito de la salud, el cambio demográfico y el bienestar; un sector en auge. Este tipo de empresas diseñan tecnologías para la vida cotidiana asistida por el entorno, como robots o sistemas de ayuda a la comunicación. El equipo, integrado por socios pertenecientes a la comunidad académica de siete países de la Unión Europea, entrevistó a treinta expertos del mundo de la empresa y organizó quince grupos de análisis y un seminario para más de ciento cincuenta participantes. «Pronto nos dimos cuenta de que nuestra idea inicial de diseñar un plan de acción único para todos los sectores industriales no iba a funcionar y que debíamos desarrollar un marco más amplio para que las empresas elaborasen sus propias estrategias», explicó Stahl. Para ello, el consorcio de RESPONSIBLE-INDUSTRY analizó las dificultades y presiones que han impedido a las empresas adoptar planteamientos de investigación e innovación responsables. «Una cuestión que suscitó un intenso debate fue la contraposición entre motivación y costes», señaló Stahl, a lo que añadió que «las empresas quieren asegurarse de que su actividad se lleva a cabo de forma responsable, pero para ello puede ser necesario destinar más fondos, algo que debe justificarse suficientemente en las organizaciones con ánimo de lucro». Por otra parte, algunos aspectos de la investigación y la innovación responsables contradicen los principios empresariales establecidos. Así, la idea del «acceso abierto» parece estar reñida con los intereses de propiedad intelectual. El equipo creó un marco que reconoce los beneficios de la investigación y la innovación responsables para las empresas, tales como una mejor imagen, menores riesgos comerciales y una mayor confianza de los consumidores en la seguridad de sus productos. Stahl sostiene que para que las empresas asuman estos mensajes es necesario empezar por lo más alto. «Por consiguiente, elaboramos un documento especialmente dirigido a los directivos de las empresas en el cual se hace un breve repaso de los valores y beneficios de este planteamiento y se presentan esquemáticamente estudios de caso en los que se han materializado tales beneficios». Uno de los objetivos del proyecto RESPONSIBLE-INDUSTRY era poner a prueba este marco en cuatro empresas, dos situadas en España y dos en Finlandia. Las empresas debían valorar cuán útil les había resultado. «Resultó que el principal beneficio estribaba en ayudar a las empresas a identificar aspectos susceptibles de mejora y, en varios casos, ello motivó el cambio», puntualizó Stahl. A pesar de que Stahl considera que el proyecto demuestra los beneficios de la investigación y la innovación responsables, las empresas que piensan solo en las ganancias inmediatas pueden seguir mostrándose reacias. «Para lograr una implantación generalizada es necesario adoptar estándares industriales u otros incentivos no económicos», añadió, «ha quedado claro que el cambio no va a producirse de manera espontánea. Se precisa el apoyo de iniciativas financiadas con fondos públicos».

Palabras clave

Investigación e innovación responsables, IIR, impactos sociales, sostenibilidad corporativa, responsabilidad social corporativa, gobernanza corporativa

Descubra otros artículos del mismo campo de aplicación