Arqueología con la ayuda de robots subacuáticos
La arqueología subacuática, en la que se emplean buques de investigación y tripulación especializada, puede costar hasta 50 000 euros al día, una cifra que queda fuera del alcance de muchos institutos de investigación arqueológica. Por lo tanto, abaratar las operaciones arqueológicas es un factor importante de cara al estudio y la conservación de la porción del patrimonio cultural de Europa que se encuentra bajo el agua. Este reto fue abordado por el proyecto ARROWS (Archaeological robot systems for the world's seas). El objetivo era proporcionar a los arqueólogos herramientas técnicas que permitan llevar a cabo campañas de coste asequible mediante la adaptación de tecnologías existentes desarrolladas en origen con fines militares para el sector petrolero y gasístico. ARROWS contó con la participación de especialistas de entidades académicas e industriales en los campos de la arqueología subacuática, la ingeniería subacuática, la robótica y el procesamiento y reconocimiento de imágenes. Estos adaptaron tecnologías AUV económicas para reducir notablemente el coste de las operaciones bajo el agua. El peso y el tamaño de los AUV se redujeron para abaratar los costes operativos y aumentar la transportabilidad, mientras que la interfaz hombre-máquina se simplificó para que resultase más sencilla de usar. Además, estos vehículos se diseñaron para que fueran capaces de llevar a cabo todas las actividades necesarias en una campaña arqueológica, incluyendo el cartografiado, el diagnóstico y las tareas de excavación. Los integrantes del proyecto definieron los requisitos de los arqueólogos abarcando todas las fases de una campaña y propusieron soluciones técnicas. ARROWS también impartió formación a arqueólogos para que supieran usar los nuevos equipos y técnicas. Los AUV se probaron en el mar Mediterráneo y el mar Báltico para determinar su capacidad operativa ante distintas corrientes, temperaturas y grados de visibilidad. MARTA, uno de los vehículos submarinos, es capaz de explorar, de forma rápida y barata, grandes superficies y de generar mapas de gran calidad valiéndose de métodos de reconstrucción mejores. U-CAT, otro vehículo, puede introducirse en naufragios para cartografiar su interior. Se ha construido un utensilio de limpieza acoplable a los AUV que sirve para excavar objetos frágiles. Además, los AUV suministran datos que hacen posible la exploración virtual de los yacimientos arqueológicos. Si bien ARROWS se diseñó para atender las necesidades de la arqueología subacuática, las tecnologías desarrolladas pueden aplicarse en otros ámbitos, como la biología, la geología y la protección del medio ambiente.
Palabras clave
Vehículo autónomo submarino, arqueología, patrimonio cultural, sistemas robóticos
