Cómo afrontar el reto de los cócteles químicos
Durante los últimos veinte años, ha ido creciendo la preocupación por nuestra aparentemente constante exposición a mezclas químicas de todo tipo. Esto se debe a que se piensa que los alteradores endocrinos encontrados en varios materiales como plaguicidas, metales, aditivos alimentarios y productos de higiene personal están asociados a varios riesgos para la salud, entre los que se incluyen la alteración de las funciones reproductoras masculina y femenina, una mayor incidencia de cáncer de mama, patrones de crecimiento anormales y retrasos en el desarrollo infantil. A pesar de los progresos significativos en la comprensión y regulación de los alteradores endocrinos, las evaluaciones de riesgos y las prácticas de gestión se han centrado sobre todo en la exposición a sustancias individuales. Por ello, es de vital importancia identificar también los efectos de las mezclas de alteradores endocrinos. Acceda al proyecto EDC-MixRisk, financiado con fondos europeos, que ha estudiado los efectos de la exposición prenatal de estos alteradores endocrinos en la salud infantil. Recientemente, se publicaron los resultados y las conclusiones principales del proyecto en un documento normativo. EDC-MixRisk utilizó datos epidemiológicos de la cohorte sueca de embarazo SELMA y, para imitar las exposiciones de la vida real, creó mezclas de referencia que se probaron en varios modelos celulares y animales en investigaciones experimentales. Según el documento normativo, los modelos incluyen organoides cerebrales humanos, estirpes celulares humanas, roedores, renacuajos y peces cebra. Como se explica en el documento, los resultados demuestran «que la exposición prenatal a mezclas de alteradores endocrinos está asociada con varios efectos en la salud y el desarrollo infantiles. Algunos de estos efectos son específicos del sexo». Además, se menciona lo siguiente: «Las mezclas evaluadas afectaron los resultados regulados por hormonas y los relevantes para las enfermedades en varios modelos experimentales en las mismas concentraciones encontradas en mujeres embarazadas». Evaluación de riesgos mejorada Una de las conclusiones principales del proyecto es que los riesgos para la salud asociados con exposiciones a alteradores endocrinos o alteradores endocrinos potenciales se subestiman sistemáticamente en las normativas existentes sobre estas sustancias. El equipo argumenta que las sustancias individuales se liberan al medio ambiente o entran en el cuerpo humano, donde ya están presentes otros químicos. Por esta razón, las medidas legislativas deberían tener en cuenta este factor para una mejor evaluación de los riesgos de los alteradores endocrinos. En el documento se afirma: «Por lo tanto, proponemos que los esfuerzos de biovigilancia presentes y futuros incluyan: a) análisis de mezclas complejas, b) evaluaciones de resultados de salud negativos en las mismas cohortes, c) datos de toxicidad de calidad para identificar químicos peligrosos, d) recursos a largo plazo para seguir las tendencias temporales y evaluar las medidas de gestión del riesgo». El proyecto EDC-MixRisk (Integrating Epidemiology and Experimental Biology to Improve Risk Assessment of Exposure to Mixtures of Endocrine Disruptive Compounds) aborda la necesidad social de mejorar la toma de decisiones respecto de los riesgos de la exposición humana a mezclas de químicos sintéticos durante toda su vida útil. Se centra en el riesgo de múltiples resultados de salud adversos, basados en los mecanismos moleculares relacionados, tras la exposición en las primeras etapas de la vida a mezclas complejas de alteradores endocrinos. Como se indica en el sitio web del proyecto, su objetivo es fomentar el uso de químicos más seguros para las generaciones futuras. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto EDC-MixRisk
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Suecia