Hacia una política fiscal más sostenible
Los sistemas fiscales contemporáneos están lejos de ser sencillos. La globalización, la internacionalización, la movilidad humana y empresarial y la creación de la Unión Económica y Monetaria han llevado las características de los sistemas fiscales de los Estados miembros de la UE y los programas que financian a la esfera política. Según la coordinadora del proyecto FairTax (Revisioning the ‘Fiscal EU’: Fair, Sustainable, and Coordinated Tax and Social Policies) y profesora de la Universidad de Umeå, Åsa Gunnarsson, esto es en parte resultado de la crisis financiera de 2007 y las recesiones subsiguientes, pero también porque la gobernanza de los Estados miembros de la UE puede mejorarse mediante políticas fiscales que maximicen el bienestar humano de forma sostenible. El proyecto financiado con fondos europeos FairTax es un proyecto de investigación interdisciplinario que trabaja para formular recomendaciones sobre la forma en que las reformas justas y sostenibles de la fiscalidad y la política social pueden aumentar la estabilidad económica de los Estados miembros de la UE. Para saber más sobre ello, charlamos con la profesora Gunnarsson. ¿Qué espera lograr el proyecto FairTax? Nuestro equipo de investigadores, que provienen de diez universidades colaboradoras ubicadas en ocho países, está llevando a cabo una investigación interdisciplinaria comparativa exhaustiva con el objetivo de lograr cuatro resultados principales. Por ejemplo, actualmente la UE no armoniza las políticas fiscales nacionales para el crecimiento o la equidad social. Lo que quiere hacer FairTax es identificar opciones para ampliar las competencias legislativas de la UE y mecanismos de gobernanza para apoyar la armonización de las políticas fiscales y sociales de los Estados miembros. Del mismo modo, nuestros investigadores también están buscando formas de eliminar algunos de los obstáculos inherentes al pleno reconocimiento de las obligaciones dimanadas de tratados y que guardan relación con cuestiones medioambientales y la competencia fiscal perniciosa. Estamos desarrollando y probando opciones de reforma para la coordinación a escala estatal con el fin de crear unos regímenes fiscales y de política social más justos y sostenibles que vinculen tanto los miembros de la UE como a la propia UE. Otra esfera de interés es cuántos Estados miembros colocan a las grandes empresas en una categoría impositiva distinta de la de los demás contribuyentes. Sobre esta base, FairTax ha asumido la tarea de recomendar estrategias para incrementar la eficacia y la armonización de la administración tributaria y las estructuras de cumplimiento dentro de la UE y en zonas de fuera de la UE, incluido el intercambio de innovaciones administrativas entre agencias. Por último, pero no menos importante, también identificamos la oportunidad de introducir impuestos de la UE como solución para financiar su presupuesto. Sobre este punto, el proyecto tiene por objeto formular recomendaciones para crear verdaderos ingresos de la UE de sus propias fuentes. A través de estos cuatro objetivos prevemos demostrar claramente cómo deben diseñarse y aplicarse los regímenes fiscales de forma que se perciban como justos. De lo contrario, pierden apoyo democrático y dejan de ser sostenibles. ¿Cuál ha sido la respuesta de los responsables políticos y otras partes interesadas? El impacto actual de FairTax es visible porque existe una interacción importante entre el proyecto y las instancias decisorias europeas y nacionales, junto con partes interesadas como las administraciones tributarias y las ONG. Tomemos, por ejemplo, el ámbito de la igualdad de género y las cuestiones fiscales. Sobre este tema, la interacción y la colaboración con los ministerios de hacienda de los Estados miembros, el Parlamento Europeo y las Naciones Unidas ha sido amplia. De hecho, cuando la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo (FEMM) quiso llevar a cabo un análisis profundo sobre la justicia de género en el ámbito fiscal, acudió a FairTax para que escribiera un informe sobre el tema. ¿En qué punto están respecto a su trabajo sobre una base imponible (consolidada) común del impuesto sobre sociedades (BICCIS)? Ya hemos cuantificado los efectos de los ingresos fiscales derivados de la adopción de una BICCIS en la UE y este trabajo ha sido muy visible. Por ejemplo, nuestras simulaciones sobre las distintas variantes de BICCIS son de interés inmediato para el trabajo en curso de la Comisión de introducir una base imponible común del impuesto sobre sociedades. Más allá de las instituciones europeas, las autoridades fiscales nacionales están muy interesadas, puesto que las simulaciones dan una idea de las posibles consecuencias de los ingresos. Nuestros investigadores se mantienen en estrecho contacto con el Parlamento Europeo, ponente encargado de la legislación relativa a la BICCIS. Asimismo, están apoyando al gobierno checo en la definición de su posición en relación con la BICCIS. Danuše Nerudová, que dirige esta línea de investigación, ha presentado nuestro trabajo en muchas reuniones de alto nivel, las cuales incluyen una reunión organizada por la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por sus siglas en inglés), en la que FairTax presentó la BICCIS como una posible opción para una reforma general del impuesto de sociedades. Mencione el logro que se haya observado del proyecto FairTax del que esté más orgullosa. El éxito del proyecto simplemente no sería posible si no fuera porque nuestro equipo verdaderamente interdisciplinario es capaz de aplicar distintas perspectivas y métodos a problemas de justicia en materia fiscal. Esta infraestructura de investigación funciona bien y sirve tanto de inspiración mutua entre disciplinas como de base para el acceso abierto a nuestros resultados. Este enfoque de acceso abierto podría servir como modelo para futuras investigaciones académicas satisfactorias. El proyecto llega a su fin en febrero de 2019. ¿Qué espera lograr entre ahora y ese momento? Nuestro objetivo general es contribuir a una visión más global de la justicia y la sostenibilidad fiscales. Cuando finalice el proyecto, preveo que nuestro legado será la relación que hemos establecido entre la sostenibilidad fiscal y las tendencias políticas que están resurgiendo en materia de igualdad y equidad fiscales. ¿Qué quiere decir con esta relación? Nuestra investigación muestra que la sostenibilidad y la equidad son cuestiones que se interrelacionan al diseñar un sistema fiscal. Por ejemplo, desde la perspectiva del estado de bienestar, la sostenibilidad fiscal resulta un potente pretexto social al distribuir las obligaciones de bienestar social en el presupuesto público. Esto significa que, cuando la justicia social se excluye como principio rector de las políticas fiscales, la parte de los ingresos de los presupuestos públicos se desliga de los programas sociales que pretenden crear una distribución más equitativa de los ingresos netos. Otro aspecto del dilema es que, desde la perspectiva de la base impositiva, cada estado del bienestar debe identificar una combinación sostenible de bases impositivas con el fin de satisfacer las exigencias de legitimidad que siempre, de una forma u otra, incluyen aspectos políticos de la justicia social, la equidad o la igualdad. Por lo tanto, ¿cuál es la solución? Una política que se esfuerza por lograr la equidad fiscal puede mejorar el nivel de sostenibilidad dentro de un sistema fiscal. Recordemos que la fiscalidad tiene muchas fuentes y que la misma fuente suele utilizarse como base tributaria para varios impuestos; cualquier enfoque integral de la base tributaria de los sistemas fiscales nacionales debe tener en cuenta esta complejidad. Teniendo esto presente, tradicionalmente, se ha argumentado que las políticas fiscales unilaterales y que únicamente promueven las regulaciones orientadas al crecimiento son la forma eficaz de lograr la sostenibilidad económica. Sin embargo, nuestra investigación está cuestionando este paradigma político. Después de todo, un impuesto unilateral para el paradigma del crecimiento puede, al final, ser realmente perjudicial para la sostenibilidad económica. Esto se debe a que parece existir una correlación entre la fiscalidad para el crecimiento y las reformas orientadas hacia la eficiencia económica de los últimos decenios y el aumento de las desigualdades de ingresos. Lo que propone el proyecto FairTax es sustituir este régimen histórico por una reforma integral y exhaustiva de la base impositiva que aborde las dimensiones económicas, sociales, culturales y medioambientales de la fiscalidad.
Países
Suecia