Una nueva turbina undimotriz rentable
Marmok-5, creada en el proyecto financiado por Horizonte 2020 OPERA, se fabricó en agosto de 2016 en las instalaciones de Navacel en Erandio (España). Su instalación comenzó en octubre y en 2017 se procederá a una segunda fase de instalación de doce meses de duración. Los ingenieros responsables describen su diseño como un captador puntual basado en el principio de columna de agua oscilante (OWC). Se trata de una boya de cinco metros de diámetro, cuarenta y dos metros de largo y ochenta toneladas de peso, sumergida casi en su totalidad y dotada de dos turbinas de 30 kW de potencia. La electricidad se genera mediante la rotación de las turbinas en respuesta al oleaje. Las olas capturadas en el interior de la boya crean una columna de agua en la estructura central, que se mueve como un pistón gracias al oleaje, el cual comprime y descomprime una cámara de aire en la parte superior del dispositivo. Este aire se expulsa por la parte superior a través de una o más turbinas que al rotar generan electricidad. «Este proyecto de demostración europeo de energía undimotriz ofrecerá datos importantes que nos permitirán pasar a la siguiente fase de comercialización de la energía generada en el océano —declaró Lars Johanning, investigador principal del proyecto y experto en tecnología oceánica del Campus Penryn de la Universidad de Exeter, en Cornualles—. En él se unen ideas innovadoras para cumplir con varios criterios de diseño fundamentales que permiten generar energía a partir del oleaje». Europa es líder mundial en este campo, pero los costes de la energía undimotriz son aún demasiado elevados en comparación con los de otras tecnologías de generación. La escasez de experimentos en alta mar y la financiación privada de la mayoría de los ya existentes han impedido a los ingenieros conocer todos los retos relacionados con el rendimiento, la supervivencia y la fiabilidad de este tipo de dispositivos. Marmok-5 permitirá a la comunidad dedicada a la generación undimotriz acceder a datos operativos de primera mano, de alta calidad y en mar abierto. La última parte del proceso de instalación de Marmok-5, ejecutada en noviembre, consistió en la instalación de una unidad de medición de carga del anclaje con la que controlar, mediante un enlace de datos, las condiciones extremas en el emplazamiento. Este sistema adicional ofrecerá mediciones de alta resolución de las tensiones del anclaje y el movimiento del dispositivo, y además permitirá conocer mejor cómo funcionan otros emplazamientos undimotrices en condiciones normales y extremas. El consorcio continuará su labor durante 2017. Se ha programado además una segunda fase de instalación de doce meses en la que las amarras de poliéster utilizadas en el sistema de amarre se sustituirán por una amarra elastomérica innovadora desarrollada en la Universidad de Exeter. En suma, OPERA se propone generar una tecnología que reduzca en un 50 % los costes de explotación en alta mar y de este modo acelerar la creación de normas internacionales, reducir incertidumbres tecnológicas y moderar los riesgos técnicos y empresariales. Para más información, consulte: Página web del proyecto
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