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Unión de fuerzas para crear entornos adaptados a las personas mayores en Europa

El Pacto por el Cambio Demográfico de la UE, lanzado en enero de 2016, tiene el compromiso de crear entornos que apoyen un envejecimiento activo y saludable a través del intercambio de mejores prácticas. El proyecto AFE-INNOVNET, que tenía la finalidad de establecer dicho Pacto, consiguió reunir a veintinueve socios de dieciocho países.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los entornos físicos y sociales son factores determinantes para que la gente pueda mantener la salud, la independencia y la autonomía hasta una edad avanzada; de ahí el establecimiento del programa Age-Friendly Cities, o Programa de ciudades adaptadas a las personas mayores (con sus directrices correspondientes) en 2005 y, un año después, la puesta en marcha de la Red Mundial de la OMS de Ciudades y Comunidades Adaptadas a las Personas Mayores (GNAFCC). Si bien es cierto que se han multiplicado por toda Europa las iniciativas piloto de tales entornos adaptados a los mayores, no es menos cierto que muchas poseen una escala limitada. El objetivo esencial del proyecto AFE-INNOVNET (Thematic Network on Innovation for Age-Friendly Environments), dirigido por Julie Wadoux, de AGE Platform Europe, era contribuir a la puesta en práctica de este concepto de la OMS de adaptación a las personas mayores en Europa. En su opinión, ¿cuáles son los beneficios más concretos del proyecto? En primer lugar, la red temática AFE-INNOVNET nos ayudó a apoyar la Asociación Europea para la Innovación en materia de Envejecimiento Activo y Saludable (AIEAS), y en concreto el grupo de acción D4, dedicado a los entornos adaptados a los mayores. Esto se consiguió, concretamente, aumentando el número de partes interesadas, obteniendo herramientas que apoyasen el intercambio de buenas prácticas (por ejemplo, talleres de trabajo y webinars) y desarrollando metodologías relacionadas con la participación de los mayores a nivel local y el seguimiento y la evaluación de iniciativas en materia de entornos adaptados a los mayores. En segundo lugar, gracias a la red temática AFE-INNOVNET fue posible el lanzamiento del Pacto por el Cambio Demográfico (Covenant on Demographic Change). Uno de los puntos fuertes de este Pacto es que ha conseguido coordinarse y vincularse con iniciativas y procesos clave ya existentes a fin de evitar la duplicación de esfuerzos y ofrecer una plataforma única a todas las partes interesadas en Europa. Los miembros de pleno derecho de este pacto pueden solicitar su registro como miembros de la GNAFCC de la OMS y, al mismo tiempo, suscribir la Declaración de Dublín de 2013 sobre las ciudades y comunidades adaptadas a las personas mayores en la UE. En tercer lugar, el proyecto ha hecho posible que ciudades y regiones intercambien experiencias y que se establezcan relaciones más estrechas incluso fuera del proyecto. Sin pecar de idealismo, ha recuperado ese valor añadido europeo tan básico como es el de la cooperación transfronteriza para abordar un reto fundamental al que se enfrentan todas las ciudades y regiones de la UE. ¿Cómo seleccionó a los integrantes del consorcio? En realidad el núcleo de integrantes del consorcio (esencialmente, los responsables de las distintas vías de trabajo) estuvo formado por organizaciones con las que ya veníamos trabajando en el marco de la AIEAS. Ese fue un punto de partida fundamental, porque sabíamos que estos socios tenían la misma visión de futuro que nosotros y estábamos acostumbrados a trabajar con ellos. Además, teníamos que involucrar a un mayor número de ciudades y regiones para cumplir el requisito de la convocatoria, que obligaba a contar con al menos siete ciudades y tres regiones como colaboradoras. Aquí la dificultad estribaba en conseguir un equilibrio geográfico, en contar con autoridades municipales y regionales pequeñas, medianas y grandes, y en implicar tanto a pioneros en el área de los entornos adaptados a las personas mayores como a ciudades y regiones deseosas de empezar a trabajar en este ámbito. Aprovechamos los contactos que ya habíamos entablado, por ejemplo a través de las Jornadas Abiertas de la UE y el Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad entre Generaciones 2012, y también la ya existente GNAFCC de la OMS. Al final quedaron representados dieciocho países de la UE. ¿Qué medidas tomaron para facilitar el acceso a las mejores prácticas? Tomamos distintas medidas. Primero, establecimos un repositorio virtual de buenas prácticas. Esta es una herramienta muy sencilla de usar que cuenta con algunos criterios de búsqueda diferenciados por país, con los ocho dominios descritos en el concepto de la OMS de las ciudades adaptadas a los mayores, y con el estado de las prácticas (completadas, en curso o planeadas). Otra aportación destacable fue la realización de una decena de webinars en el transcurso de los dos años del proyecto. Tratamos de involucrar a distintos socios para que realizasen presentaciones breves de sus iniciativas y experiencias. También organizamos cinco talleres en Bélgica, Italia, Países Bajos, Irlanda y Polonia que ofrecieron la oportunidad de mantener reuniones en persona y asistir a charlas, además de incluir visitas de campo. Y organizamos cuatro reuniones del consorcio. Por último, el congreso de clausura del proyecto, donde se presentó el Pacto por el Cambio Demográfico, y que fue organizado por la OMS y la Comisión Europea. El número de participantes fue de ciento veinte. Desde su punto de vista, ¿a qué se debe fundamentalmente que las innovaciones relacionadas con la demencia no alcancen una gran escala en Europa? Los motivos son múltiples y no es sencillo resumirlos. Es necesario que participe un espectro amplio de agentes. Hay una gran diversidad entre los usuarios finales. Y existen numerosas fuentes de financiación. Cada una de esas condiciones requiere una atención especial, puesto que pueden variar los impedimentos y su repercusión. Desde una perspectiva más amplia, destacaría los aspectos siguientes: la falta de herramientas y métodos que orienten las inversiones; los presupuestos públicos están divididos en segmentos aislados y repartidos entre autoridades distintas; con demasiada frecuencia, los temas de la demencia y el envejecimiento se enfocan exclusivamente desde la perspectiva sanitaria, mientras que es necesario tener en cuenta todo el entorno en el que vive la persona; finalmente, el estigma que lleva aparejado la demencia. Todo ello impide que las partes interesadas apliquen un enfoque sustancial centrado en el usuario y que vean la discapacidad cognitiva como una dimensión que se tiene que incluir a la hora de diseñar determinado producto o servicio. Esta última es la cuestión más compleja, pero resolverla sería probablemente la vía más eficaz para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren demencia y de sus cuidadores, al tiempo que a la larga se aliviaría la presión sobre los presupuestos públicos. Ahora que el proyecto ha llegado a su fin, ¿qué grado de éxito considera que ha alcanzado hasta ahora el Pacto? Este Pacto se estableció oficialmente como entidad jurídica en enero de 2016 conforme a la legislación belga. Actualmente representa una asociación formal de ciento cuarenta entidades, un tercio de las cuales son autoridades municipales y regionales. Su primera junta fue elegida en enero y ahora trabaja en elaborar un programa de trabajo para los próximos años. Hoy por hoy, el Pacto ofrece a sus miembros un foro adecuado en el que comunicarse y realizar intercambios. Así, ya ha ayudado a algunos miembros a integrarse en proyectos financiados con fondos europeos; organizará un debate durante la Semana Europea de las Regiones y Ciudades en octubre de 2016; y participará de forma activa en la II Cumbre europea sobre envejecimiento activo y saludable, en diciembre de 2016. Asimismo, el Pacto colabora estrechamente con la GNAFCC y respaldará su difusión a nivel de la UE. También esperamos que el Pacto participe activamente en futuros proyectos financiados con fondos europeos, entre ellos un proyecto nuevo que establecerá y pondrá en marcha un concurso de premios a soluciones innovadoras que generen beneficios notables en la calidad de vida de la población mayor. AFE-INNOVNET Financiado con arreglo al PIC Página web del proyecto

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