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Refuerzo de la seguridad pública gracias a la capacidad de inmovilizar vehículos a distancia

El proyecto SAVELEC, financiado con fondos europeos, ha ensayado un prototipo de dispositivo capaz de detener a distancia a vehículos que no respondan a las indicaciones, para así reforzar la seguridad de la población.

En sus empeños por garantizar la seguridad de la población, uno de los principales retos a los que se enfrentan los servicios de seguridad europeos consiste en lograr la capacidad de controlar y detener, a distancia, a vehículos que planteen una amenaza y no obedezcan. El reto no se reduce a cuestiones de índole técnica. A fin de cumplir con la legislación de la Unión Europea y de abordar las consideraciones de carácter ético, la tecnología elegida tendrá que ser segura para el usuario, para el conductor (y sus posibles pasajeros), para la población y para las infraestructuras físicas del entorno. El proyecto SAVELEC (Safe control of non cooperative vehicles through electromagnetic means) desarrolló un prototipo de dispositivo —después de ensayar con distintas señales (microondas y pulsos magnéticos)— que interfiere en componentes esenciales de los vehículos y puede obligarlos a aminorar la marcha y detenerse. Los investigadores pudieron simular el uso de esta tecnología en situaciones realistas gracias a la colaboración de fuerzas de seguridad y usuarios finales. Un prototipo de dispositivo para un abanico de situaciones de peligro En primer lugar, el equipo de SAVELEC estableció un grupo consultivo formado por usuarios finales de varios países europeos, concretamente fuerzas de seguridad y organismos afines, con el propósito de entender a fondo el entorno operacional más probable de la tecnología a desarrollar. Se definieron las situaciones de prueba en cuanto a distancia operacional, velocidad objetivo, distancia con respecto a las personas próximas y consideraciones del entorno inmediato. Según señala la coordinadora del proyecto, la Dra. Marta Martínez Vázquez: «Este análisis incluyó misiones terrestres y marítimas. El dispositivo se instaló en plataformas en tierra, mar y aire». Para desarrollar la tecnología, primero hubo que hacer una revisión y un análisis de costes de lo que ya existía en el mercado y determinar los componentes de los vehículos más indicados hacia los que dirigir las interferencias a distancia. En un banco de pruebas a escala de laboratorio, el equipo de SAVELEC evaluó la frecuencia de las señales, la forma de onda y la duración, principalmente de pulsos electromagnéticos (EMP) y microondas de alta potencia (HPM), para determinar cuáles podían desbaratar con mayor eficacia el funcionamiento de los componentes electrónicos de un vehículo. Reflexionando sobre el éxito del proyecto, la Dra. Martínez Vázquez informó que «Se diseñó, fabricó y ensayó un prototipo de dispositivo de detención de vehículos mediante EMP y HPM a nivel de montaje experimental. Después se probaron con éxito sus prestaciones en una pista controlada en campo abierto, con la presencia de usuarios finales asociados a SAVELEC». La capacidad del prototipo también superó las expectativas. «Demostró la funcionalidad del dispositivo al completo con un vehículo que se desplazaba por una pista al aire libre —informó—. Nuestras expectativas iniciales eran conservadoras; tan solo demostrar un subsistema del dispositivo, o como mucho el sistema completo, pero con un vehículo inmóvil». En el entorno simulado, el equipo del proyecto también examinó el efecto más amplio de la tecnología sobre humanos y materiales. Por ejemplo, estudió las reacciones del conductor tras perder el control del vehículo en seis situaciones distintas (entre ellas velocidad elevada, tráfico denso y carreteras estrechas) con la participación de más de setenta voluntarios. Se hizo una revisión bibliográfica de resultados anteriores para evaluar la probabilidad de explosión del depósito de combustible a consecuencia de la exposición a campos electromagnéticos y también de daños a los airbags. Asimismo, se examinaron tres situaciones distintas de exposición a pulsos electromagnéticos en referencia a peatones y transeúntes, al conductor y al operario del dispositivo, a fin de fijar los límites de seguridad. Después de la prueba de concepto Un resultado fundamental del proyecto fue una propuesta de marco normativo dentro del cual podría funcionar esta tecnología. En ella colaboraron fuerzas de seguridad europeas y un comité de ética independiente. Dicho marco es compatible con la legislación europea y garantiza la seguridad de todos aquellos expuestos al electromagnetismo. Para que el prototipo del dispositivo pueda evolucionar más allá de una etapa satisfactoria de prueba de concepto, habrá que superar dos retos principales. «Las investigaciones posteriores deberán centrarse en la miniaturización de los distintos componentes y en ampliar su rango operacional incrementando la potencia que puede generarse», destacó la Dra. Martínez Vázquez. También recomendó probar distintos modelos de automóvil, dado que SAVELEC utilizó solo uno. Igualmente, habría que ahondar en las implicaciones para la salud y la seguridad de las personas. SAVELEC ensayó la tecnología en un automóvil, pero resultaría sencillo adaptarla a otros vehículos, como embarcaciones rápidas, camiones y motos. Por último, los resultados del proyecto han propiciado otros avances en otros campos, por ejemplo el del estudio de la exposición humana a los campos electromagnéticos y el del desarrollo de mejores simuladores de la conducción. Para obtener más información, consulte: Página web del proyecto

Países

Alemania

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