Todo encarrilado hacia una infraestructura ferroviaria menos ruidosa
En el día a día nos exponemos a diversas fuentes de contaminación acústica, sobre todo en las zonas urbanas, y está demostrado que ello tiene un efecto perjudicial en la salud y el bienestar. El proyecto QUIET-TRACK tiene el cometido de reducir parte de ese ruido ambiental, y para ello trabaja en reducir al mínimo posible el ruido generado por los trenes de pasajeros y mantenerlo a un nivel más llevadero. Movido por su objetivo de crear ciudades menos ruidosas, el equipo del proyecto ha promovido métodos de cálculo del ruido y proporcionado sistemas de atenuación del mismo con los que los ingenieros ferroviarios podrán realizar el mantenimiento de las vías y modernizarlas. El sistema QUIET-TRACK está centrado principalmente en la emisiones de ruidos de bajas frecuencias y en el contacto físico entre las ruedas y las vías, y ofrece mediciones, previsiones y detección del deterioro de vías con mayor precisión, a fin de aplicar los remedios convenientes. Sus responsables han creado técnicas nuevas, por ejemplo sistemas integrados en las vías, para lograr una reducción del ruido de al menos 6dB(A) con respecto al actual nivel global de ruido de rodadura, empleando como referencia la red de administradores de infraestructuras participantes. Las ventajas de la vigilancia en servicio El proyecto QUIET-TRACK se centró en características de las vías que se asocian a un «ruido de paso» global notable. El sistema propuesto analiza el ruido generado por el contacto entre las ruedas y las vías cuando el tren se desplaza a velocidades moderadas (por norma, entre 20 y 200 km/h). Se realizaron mediciones del nivel de presión acústica en trenes en servicio empleando dos micrófonos resguardados en carcasas y acoplados al montaje de la rueda. También se utilizaron otros equipos: un receptor de GPS, un tacómetro (medidor de velocidad) de gran precisión montado sobre el eje, una unidad frontal y un ordenador que registraba los datos entrantes. Dichas mediciones se retransmitían por Internet a unas unidades receptoras. El sistema de vigilancia pudo reforzarse con otro par de micrófonos con el que analizar la tasa de deterioro de la vía (track decay rate, TDR). Un elemento clave del proyecto fue el uso de trenes en servicio, puesto que ello permitió medir semanalmente varios pasos por las vías. Así se obtuvo información muy precisa sobre los posibles segmentos no homogéneos de las vías (factor que influye en el ruido de rodadura). La falta de homogeneidad de las ruedas, que también influye en el nivel de ruido, se dedujo analizando en sentido inverso los cálculos una vez se había determinado el nivel de ruido. Esta fue una solución de gran utilidad, puesto que no es factible comprobar la homogeneidad de las ruedas cuando los vehículos se encuentran en servicio. A continuación se analizó la información registrada para examinar a fondo los niveles de ruido y determinar parámetros definitorios de los niveles máximos de inhomogeneidad, lo cual puede resultar de utilidad en los trabajos de mantenimiento. Así, por ejemplo, el sistema es capaz de localizar zonas de desgaste en las ruedas y raíles en tramos en curva. Esta detección activa una serie de alarmas que permiten a los administradores de la infraestructura ubicar puntos de las vías que requieren atención. Herramientas de planificación para las autoridades competentes en materia de infraestructuras QUIET-TRACK también propició la creación de una herramienta para el mantenimiento y la gestión de las vías en relación con niveles de ruido (Noise-related Track-maintenance and Management Tool, NMT). El recurso NMT incluye una herramienta de análisis del ruido que detecta «puntos calientes» de contaminación acústica y prevé los efectos de las medidas de atenuación del ruido. Cruzando estos datos con información referente al número de personas afectadas por zonas, las autoridades podrán determinar las intervenciones óptimas con mayor certeza. Para facilitar las labores de mantenimiento, el recurso NMT proporciona una base de datos que refleja el grado de homogeneidad de las ruedas y los raíles, en el tiempo y en cada tramo de la red. En suma, la realización de una vigilancia más precisa incrementará la eficiencia y ahorrará costes, pues reducirá la implantación de medidas «genéricas» adicionales de atenuación del ruido (como las barreras antirruido) y las inspecciones de las vías y prolongará la vida útil de la infraestructura. NMT representa un recurso potente para las autoridades —máxime cuando no son viables las opciones alternativas que no están centradas en las propias vías—, puesto que proporciona cálculos rentables tomando como referencia la reducción del ruido máxima alcanzable, el presupuesto disponible y el calendario operativo de mantenimiento, y de este modo indica la viabilidad económica de las distintas soluciones posibles. Ello resultará de gran utilidad a la hora de elaborar planes de actuación para la mitigación del ruido, según dispone la Directiva europea sobre evaluación y gestión del ruido ambiental, sobre todo si se tiene en cuenta que las soluciones son aplicables en toda la Unión Europea y que no se restringen al ferrocarril convencional sino que también abarcan tranvías, metro ligero y metro. Para más información, consulte: Página web del proyecto
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