Diseños de estaciones de metro modernas para la protección frente a sustancias contaminantes nocivas
El proyecto HEXACOMM, financiado por el Séptimo Programa Marco, en colaboración con el proyecto IMPROVE, financiado por el programa LIFE de la Comisión Europea, ha publicado los resultados de un estudio centrado en analizar la calidad del aire en estaciones de metro y en determinar en qué medida el diseño de estas podría limitar la exposición de los viajeros a sustancias contaminantes potencialmente nocivas. Los trenes subterráneos se encuentran entre los sistemas de transporte público más utilizados en el mundo. Los millones de turistas y viajeros que los utilizan diariamente corren el riesgo de estar expuestos a sustancias contaminantes, por ejemplo material particulado (MP) que se ha relacionado con problemas de salud tanto de tipo respiratorio como cardiológico. Entre las posibles fuentes de estas partículas en las redes de metro se encuentran el desgaste de frenos, ruedas y raíles, así como el aire exterior que entra en las estaciones a través de las entradas y los sistemas de ventilación. Experimento en el metro de Barcelona Los dos proyectos analizaron la concentración, la composición química y las fuentes de la materia de partículas finas (MP2.5) en la red de metro de Barcelona. Durante dos periodos estacionales, uno cálido (entre abril y julio de 2013) y otro frío (entre octubre de 2013 y marzo de 2014), se instalaron dispositivos para tomar grandes volúmenes de muestras en los andenes de cuatro estaciones a fin de recoger MP2.5. Cada ubicación elegida representaba un diseño específico de estación. Tres de las cuatro ubicaciones del estudio eran estaciones antiguas cuyo diseño incluía una o dos vías de tren y, en algunos casos, un muro que las separaba. La cuarta estación elegida tenía un diseño moderno y contaba con puertas correderas de seguridad en los extremos de los andenes a fin de separar estos del túnel. A efectos comparativos, el equipo investigador también midió el MP2.5 en el aire exterior de una estación de cercanías de Barcelona. Un análisis de los resultados puso de manifiesto que las concentraciones de MP2.5 variaban durante las dos épocas del año analizadas y entre las distintas estaciones de metro, registrando en todas ellas mayores concentraciones de MP2.5 en los meses fríos, lo que probablemente se deba a que el aumento del aire de ventilación durante los meses cálidos provoca una mayor dispersión de la MP2.5. El equipo investigador también descubrió menores concentraciones de MP2.5 en la estación de diseño moderno, probablemente, según el mismo equipo, por el efecto de las puertas correderas que separan el aire del túnel del andén. La mejor ventilación de la estación nueva y su menor tráfico ferroviario también se consideran factores que seguramente contribuían a una mayor calidad del aire. Los dos proyectos analizaron la composición química de las muestras recibidas. El principal componente de la MP2.5 (entre un 28 % y un 65 % del total) fueron los hematites, generados principalmente por la abrasión de vías férreas, ruedas y zapatas de frenos. La concentración de hematites fue un 60 % inferior en la estación moderna (donde el túnel estaba separado del andén). En base a esto, el grupo de investigadores sugirió que los hematites encontrados en los andenes del metro procedían del túnel. También se observó que las concentraciones de MP2.5 fueron entre 1,4 y 5,4 veces superiores en todas las estaciones de metro en comparación con el aire exterior. Además, las concentraciones de algunos metales traza como bario, cobre, manganeso y cinc fueron superiores en el aire de las estaciones de metro que en el exterior. Las concentraciones de metales traza en la estación moderna fueron más bajas que en las demás estaciones. Construcción de estaciones modernas para mejorar la protección El equipo investigador concluyó que, para proteger mejor a los viajeros frente a sustancias contaminantes potencialmente dañinas, los responsables de la planificación del transporte rápido deben tener en cuenta la necesidad de mejorar tanto la ventilación como el diseño general de la estación. El equipo recalcó la conveniencia de instalar puertas en los andenes como opción para reducir la exposición a la MP2.5 y mejorar la protección de los pasajeros frente a caídas o saltos a las vías por las que los trenes entran en la estación. Uno de los objetivos primordiales del proyecto HEXACOMM es determinar la exposición humana a la materia particulada en los microentornos modernos. El proyecto, cuya conclusión está prevista para finales de 2016, ha recibido aproximadamente 4 millones de euros de los fondos europeos. El proyecto IMPROVE, financiado con fondos del programa LIFE, se centra específicamente en la mejora de la calidad del aire interior de la red de metro. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto HEXACOMM Sitio web del proyecto IMPROVE
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