Detección de incendios forestales con cámaras sensibles a las llamas
Los incendios forestales son un gran problema que está empeorando en todo el mundo. No solo provocaron más de 3 000 muertes en Europa tan solo en 2007, sino que también supusieron un coste de aproximadamente el 1 % del producto interior bruto (PIB) de los países desarrollados a los que afectan. Además, los incendios son los causantes de aproximadamente el 20 % de todas las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Para tratar de solucionar este problema la UE ha financiado el proyecto FORFIRE. Unió a socios de seis países europeos y tuvo una duración de treinta meses, concluyendo en noviembre de 2011. Dado que la extinción de los incendios depende del tiempo de respuesta, el objetivo del proyecto era desarrollar un sistema de detección temprana de incendios, autónomo y fiable. El sistema creado es, básicamente, una cámara especial. Explora secciones de bosque en busca de las longitudes de ondas electromagnéticas características de las llamas —UV de vacío (VUV), a unos 200 nanómetros—. Esta banda es importante porque, aunque el sol es una fuente potente de estas longitudes de onda, la atmósfera de la Tierra absorbe toda esa energía. Por tanto, los niveles que se detectan en el suelo solo pueden indicar la presencia de un incendio y no pueden proceder de otras fuentes. De hecho, el sensor VUV solo puede detectar incendios y no detecta ninguna otra emisión. Esta característica reduce en gran medida las falsas alarmas. Su cámara ultrasensible explora un área extensa, y cuando detecta una fuente de VUV, calcula su posición con precisión y alerta a un operador. Para reducir aún más el riesgo de falsas alarmas, la cámara del proyecto superpone una imagen de luz visible convencional sobre la imagen de VUV, para permitir la confirmación por parte del operador. FORFIRE desarrolló el diseño de un prototipo rentable que cumple con estas y otras especificaciones técnicas igualmente exigentes. En primer lugar, el equipo del proyecto seleccionó los mejores materiales para la fabricación industrial del sensor. El diseño y la fabricación del prototipo han revolucionado la tecnología de los detectores. El resultado es un sensor considerablemente más sensible que cualquier producto de la competencia, con un rango efectivo de 1 km. FORFIRE también desarrolló los algoritmos de cálculo de posición necesarios y un sistema electrónico de visualización especial para el operador. Los socios del proyecto han estimado que el mercado potencial del producto supera los 800 millones de euros al año. La tecnología también se puede emplear en aplicaciones industriales. Con la detección rápida de los incendios, estos se pueden extinguir más rápidamente, reduciendo así su coste humano y económico.
