Una fuente de alimentación eficiente para sistemas de seguridad
Los sistemas de seguridad, desde las alarmas de incendio hasta las alarmas de intrusión, requieren una fuente de alimentación compleja que admite tanto corriente alterna (CA) a través de la red eléctrica nacional, como corriente continua (CC) a través de baterías recargables. Esta configuración CA-CC no es muy eficiente en cuanto a coste y rendimiento, y eso ha impulsado a los desarrolladores de tecnología a buscar alternativas más fiables. El equipo del proyecto financiado con fondos de la UE «High reliability, low cost, stackable power supply for security system» (SECURITAC) concibió un nuevo tipo de solución de alimentación para mejorar la fiabilidad de estos sistemas. Buscaba apoyar a las pequeñas y medianas empresas (PYME) que producen e instalan sistemas de seguridad mediante la reducción de la carga que representa la fabricación, el control, las pruebas, el inventario y el mantenimiento relacionados con el modelo CA-CC. Para superar este reto, el equipo del proyecto desarrolló un módulo de alimentación apilable singular para sistemas de seguridad que proporcionase la potencia de salida total necesaria de hasta 260 vatios. También definió las especificaciones para un sistema de alimentación eléctrica apilable y desarrolló la tecnología para convertir la entrada de la red de 230 voltios a una salida de 26 voltios o 13 voltios. El trabajo también incluyó el estudio, la realización de pruebas, la comparación y la integración de controladores tanto analógicos como digitales en sistemas de seguridad, y la documentación de las ventajas y desventajas de cada uno. También se avanzó en el desarrollo de un cargador de baterías, unas funciones de control y un firmware más sofisticados, además de una mejor detección de fallos. Además, el equipo del proyecto desarrolló una solución electromecánica que permite apilar los nuevos módulos SECURITAC de manera fácil y rentable mediante el uso de conectores estándar de la industria. En líneas generales, gracias a estos resultados y al ahorro de costes asociado, de hasta un 20 %, el sector de los sistemas de seguridad tiene más posibilidades de seguir siendo competitivo y de seguir fabricando en Europa. Los socios del proyecto han formulado una serie de recomendaciones para aprovechar y comercializar esta tecnología, ayudando así a fortalecer la posición de la UE como una potencia en este campo. Finalmente, más allá de las implicaciones comerciales del proyecto, las mejoras que se esperan en los sistemas de seguridad aumentarán ésta en todo el continente.