Cómo descomponer las paredes celulares para elaborar biocombustibles
Es evidente que nuestras economías dependientes de los combustibles fósiles son insostenibles en el tiempo y que resulta imperativo hallar otro tipo de recursos energéticos. La biomasa vegetal, o lignocelulosa, constituye una prometedora fuente ilimitada de materia prima para la elaboración de combustible, ya que su contenido en polisacáridos, de alto valor energético, favorece la fermentación y por tanto la elaboración de bioetanol, entre otros productos. No obstante, la compleja estructura de las paredes celulares dificulta su degradación y convierte el proceso de transformación en azúcar (sacarificación) en un escollo tecnológico importante que lastra el desarrollo de la biorrefinería a partir de materias primas vegetales. El principal objetivo del proyecto Renewall («Adaptación de las paredes celulares vegetales para su uso como materia prima renovable industrial»), financiado con fondos comunitarios, era estudiar las paredes celulares vegetales y utilizar sus hallazgos para perfeccionar el proceso de sacarificación y poder utilizar plantas con paredes modificadas para producir biocombustibles. Se partió de la premisa de que la expresión de ciertos genes que intervienen en la biosíntesis de las paredes celulares u otros genes, generalmente microbianos, permitiría modificar las propiedades de las paredes o degradar los polímeros que las integran. Una vez identificados y clonados se podrían incorporar a especies modificadas genéticamente (MG) para, de este modo, producir materia prima vegetal optimizada para su uso en biorrefinerías. El equipo de científicos llevó a cabo un estudio genético exhaustivo de plantas transgénicas o con mutaciones cuyas paredes celulares o grado de digestibilidad estaban alterados. Se identificaron los genes que mejoraban la digestibilidad de la pared celular, así como otros que intervenían en la biosíntesis de la lignina y la pared celular secundaria. La información recabada se empleó para transformar genéticamente plantas modelo y modificar la estructura de sus paredes celulares, el proceso de biosíntesis de la celulosa y el grado de digestibilidad, lo que, unido a estudios bioquímicos básicos sobre el proceso de sacarificación, permitió esclarecer los mecanismos de control de la digestibilidad de la biomasa y hallar el modo de modificarlos en cultivos energéticos. Los científicos responsables de Renewall confían en que dichos hallazgos les permitan desarrollar estrategias adecuadas para generar cultivos energéticos optimizados para la producción de biocombustibles y aplicaciones de biorrefinería.