Utilización de las células del sistema inmunitario como vacunas
El organismo humano combate la infección y la invasión de patógenos mediante unas células del sistema inmunitario especializadas denominadas CD. Cuando estas se encuentran con estímulos patogénicos o inflamatorios, presentan antígenos a los receptores del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) de células del sistema inmunitario específicas de antígenos como los linfocitos T y B y las células asesinas naturales (NK). La activación de estas células permite eliminar la infección y generar un registro inmunológico. Los ensayos clínicos han mostrado hasta la fecha que las CD modificadas con el antígeno podrían ser útiles en el tratamiento contra el cáncer y la erradicación de enfermedades infecciosas. El aprovechamiento de esta propiedad única de las CD en estrategias de vacunación fue el objeto del proyecto financiado con fondos europeos DC-VACC («Células dendríticas como adyuvantes naturales de nuevas tecnologías de vacunación»). Los científicos al cargo se ocuparon de optimizar reactivos y protocolos para lograr una administración selectiva y eficiente de antígenos y mejorar la presentación y procesamiento de éstos efectuada por las CD para su posterior uso en tecnologías de vacunas. Así desarrollaron distintos vectores que expresan antígenos microbianos o tumorales que a continuación se introducen en CD y posteriormente se presentan en receptores de la superficie del CMH. Los resultados indicaron que estas CD eran capaces de activar linfocitos T citotóxicos in vitro. Además se observó que la inyección de estas sustancias en modelos animales mejoraba la protección contra la reaparición de tumores. Aunque aún en sus primeros estadios, el método de DC-VACC demostró el potencial de las CD cargadas con antígenos en las vacunas contra enfermedades infecciosas y como medio de mejorar una terapia antitumoral.
